El Centinela
17 junio 2025

A qué vienen los murciélagos de Harfuch a Sinaloa, cuando tienen todas las patrullas estacionadas afuera de los hoteles en Culiacán y los delincuentes paseándose por la ciudad como perros por su casa.

Los delincuentes siguen retando a las autoridades con enfrentamientos entre ellos mismos y matando a agentes de la Policía Municipal.

Mientras el Gobernador Rocha habla de reforzar la seguridad, tras la visita de Harfuch y Trevilla con más efectivos, cámaras y cuadrantes, el mismo fin de semana atacaron a tres agentes de la Policía y dos de ellos murieron; también, se enfrentaron grupos armados con armas de alto calibre y camionetas artilladas en pleno cuadro principal de la ciudad.

Si eso es reforzar la vigilancia en la ciudad, no queremos imaginarnos el abandono de ésta. Porque si este es el despliegue “dinamizado y fortalecido”, entonces la estrategia sigue siendo un juego de palabras de que en las calles no manda quien esté armado sino quien está dispuesto a usarlas sin consecuencias.

Pero mientras, las patrullas de los “murciélagos” duermen el sueño de los justos estacionados afuera de los hoteles.

El domingo pasado, Sinaloa superó la terrible cifra de los mil 500 asesinatos durante la ola de violencia que no sólo no “está resuelta”, como insisten las autoridades, sino que sigue creciendo.

Sí, también van más de mil detenidos pero nunca hemos visto que una guerra así se acabe por falta de “mano de obra”, sino que empieza a terminar cuando sus liderazgos generadores de violencia son neutralizados o detenidos por las autoridades... pero eso sigue sin pasar y tanto los de una facción como de la otra, siguen ordenando (literalmente), la guerra en nuestras calles y rancherías acumulando víctimas por doquier.

Puede parecer exagerado, pero nomás basta ver el video que circula sobre el pasado enfrentamiento en la colonia Tierra Blanca, en el primer cuadro de Culiacán, para ver el nivel de equipamiento y armamento usado, así como la violencia que estos grupos pueden desplegar en total impunidad.

Tras el cruento enfrentamiento, las autoridades llegaron nomás a recoger los cuerpos y los casquillos y a asegurar la camioneta y el armamento. Ah claro, y luego lo boletinaron como un logro.

Corrió ayer como reguero de pólvora en redes hasta que se confirmó tácitamente a través de las condolencias de diversos grupos y personas cercanos y el decir sin decir del Secretario de Gobierno que, como pez enjabonado, le sacó todo lo que pudo a posicionarse sobre el tema.

Hablamos por supuesto del asesinato en Jalisco del funcionario público Lázaro Gambino Espinosa, presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje y ex director de la Facultad de Derecho de la UAS. Gambino era un personaje cercano al pasismo y al, también, finado Héctor Melesio Cuén Ojeda.

Castro Meléndrez repitió el mantra que el equipo de prensa les ha aleccionado a los del Tercer Piso ante temas tan escabrosos e insistió en el viejo “Nosotros no somos la instancia”, pasándole la bolita a la Fiscalía que, como bien sabemos, tampoco informará nada más allá del “estamos investigando”... ah, no, perdón, como fue en otro estado aventarán la bolita para allá aunque el asesinado haya sido funcionario de este gobierno.

Gambino es, acaso, después del “Maestro” Cuén y del líder ganadero Faustino Hernández, el tercer político en relevancia que cae asesinado en medio de esta disputa entre facciones y que deja claro que no hay quien se salve.

Ojalá y no queda más que desearlo, sobre su caso sí se procure verdad y justicia para su familia y el resto de la sociedad. Porque de los otros dos crímenes seguimos esperando sentados.

Ante la serie de apagones en Mazatlán y el resto del sur de Sinaloa con las primeras lluvias ligeras, el superintendente de la Comisión Federal de Electricidad en Mazatlán, César Octavio Padilla, evitó otra vez hablar con la prensa.

Octavio Padilla y un grupo de trabajadores de la CFE llegaron la mañana de ayer a Palacio Municipal para entrevistarse con la Alcaldesa Estrella Palacios Domínguez.

Al verlo llegar, los reporteros intentaron abordarlo para entrevistarlo ante la serie de apagones y el enojo de cientos de familias, pero Octavio Padilla solo apresuró el paso sin emitir algún comentario.

Ya dentro de la oficina de la Alcaldesa, de acuerdo a fotos enviadas en un boletín, se le vio muy sonrientes tanto a la Alcaldesa como al superintendente de la CFE en Mazatlán y sus colaboradores, mientras el suministro de energía eléctrica seguía suspendido en varias colonias del puerto y la gente tiene que sufrir el calorón.