El Centinela
28 julio 2021

En el Congreso de Sinaloa todavía no entra la siguiente legislatura, la 64, y ya empezaron las caras chuecas, ni más ni menos que en la bancada grande, la de Morena, a quien le toca poner a la persona al frente de la Junta de Coordinación Política, y ese es cargo ya está en disputa.

Se hubiera pensado que Feliciano Castro Meléndrez es el indicado para ser titular de la Jucopo, pero con eso de que hay poderes aquí, poderes allá y grupos divididos, ya está de pensarse si es o no él, y si se descuida le arrebatan el tamal de la boca.

Con mucho menor experiencia, pero bien parado con Mario Delgado, el líder nacional de Morena mandó el nombre de Jesús Ibarra Ramos para líder de la bancada de Morena en la siguiente legislatura, ya fue legislador, de acuerdo, pero es un perfil que no tiene el nivel de Feliciano o de algún otro aspirante.

Desde la otra esquina llega Manuel Luque Rojas, encargado de realizar los discursos de Rocha Moya en campaña, del equipo de Imelda Castro, al que no lo mandaron a batallar casa por casa para conseguir votos como a Feliciano, sino que le dieron su pluri asegurada, es decir, Morena aseguró su lugar en el Congreso.

El partido que carece de una estructura estatal ya tiene algo a resolver y para cuando el Congreso entre ya tienen que tener las aguas calmadas, se verá el poderío de Mario Delgado, del equipo de Rocha o del Equipo de Imelda, que ninguno es menor, pero le tienen que meter turbo a las negociaciones internas porque el tiempo apremia.

El poder en la democracia es temporal, eso lo sabe cualquier político, el problema es que nadie lo quiere dejar ir, sin embargo, tarde o temprano todo mundo lo tiene que entregar.

El que está viviendo eso en carne propia es el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, que aunque esté listo para dejar la Gubernatura y esté más que preparado para hacer la transición, poco a poco se ve obligado a ceder terreno a su sucesor, Rubén Rocha Moya.

Este viernes vamos a presenciar algo que no había sucedido en toda la administración de Ordaz Coppel, arribará a Sinaloa el Presidente Andrés Manuel López Obrador y en esta ocasión no será exclusivo para el mazatleco.

Es público y sabido que entre los dos mandatarios hay una buena relación, es más, Ordaz Coppel y López Obrador se hicieron amigos desde que el tabasqueño andaba en campaña y pasaba por Sinaloa.

Desde entonces, cada que AMLO visita Sinaloa solo tenía un amigo y un compañero de viaje, Ordaz Coppel, pero en esta ocasión hay novedad.

Resulta que el viernes que llegue el Presidente a Sinaloa viajará por lo menos tres horas, por tierra, rumbo a Badiraguato, y en esta ocasión se espera que además del Gobernador, lo acompañe también el Gobernador electo.

El detalle es circunstancial, pero nos sirve para mostrar cómo se transfiere el poder.

Después de que en Culiacán se han vacunado a cuatro grupos de edad: los adultos mayores, los de 50 años de edad, los de 40, y los de 30 años; ahora se ve a un proceso más organizado y coordinado.

Todos trabajan para un mismo equipo, el personal de la Secretaría de Salud, al pendiente de los insumos; el del Ayuntamiento de Culiacán, que garantiza la sana distancia en los filtros de acceso a los macrocentros de vacunación; y los brigadistas de la UAS que aplican las dosis.Todos ellos coordinados por los Servidores de la Nación

En esta ocasión, toca reconocer su trabajo, pues ya le agarraron la punta al hilo y ya no se ven las filas caóticas a las afueras de los centros.

Rápidamente salían las camadas de jóvenes vacunados este lunes, que cumplieron con su deber civil al recibir la vacuna contra el coronavirus.

Claro que con estos jóvenes se ven cosas como que las mamás y papás estén afuera de los macrocentros de vacunación en espera de que sus hijo salgan ya vacunados, en otras, la mayoría de los chicos con la toda la atención puesta en los celulares, ya se jugando o tirando el texto, viendo videos y hasta series.

Si algo ha demostrado el virus del Covid-19 es que es muy democrático y ni a los políticos los perdona.

Hace apenas unos días se anunció la muerte del ex Gobernador de Guerrero, René Juárez, un priista de toda la vida, que no sobrevivió a las secuelas del virus.

También nos acabamos de enterar que el Diputado federal por el PT, Gerardo Fernández Noroña dio positivo al virus y pasó una mala noche, aunque no ha reportado problemas para respirar.

Y para seguir la lista, el que también se contagió fue uno de los hijos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien reportan en buen estado.

El asunto es que ya van varios gobernadores, alcaldes de todos los colores, diputados y diputadas y hasta los dirigentes de los partidos políticos.

El virus arrasa y lo hace sin mirar colores ni ideologías.

Recuerda un lector que cuando inició esto de la pandemia, por allá en el 2020, los primeros afectados por las restricciones fueron los adultos mayores, a los que no dejaban entrar ni a las tiendas.

Eso fue en 2020, ahora imagínese que usted es un mazatleco, y que llega a un restaurante y no lo dejan entrar porque no trae la “cartilla” o certificado de vacunación.

Lo mismo si es un culichi acostumbrado a andar paseando por las plazas comerciales, aunque sea sólo para gozar del aire acondicionado.

El asunto es que las restricciones de cualquier tipo siempre van a ser polémicas y siempre habrá alguién que se sienta lastimado por ellas.

Que si todos deberían de vacunarse, pensamos que sí, pero las prohibiciones nunca traen nada bueno.