Malecón
Cierre de clases hormiga
En la Universidad Autónoma de Sinaloa pasó algo que pocos quieren decir en voz alta, pero que todos comentan en pasillos, chats y reuniones improvisadas: a un grupo de maestros se le ocurrió adelantar el cierre de clases la semana pasada, porque no iban a recibir aguinaldo.
Nada extraordinario si se piensa en cualquier centro de trabajo donde el fin de año aprieta... salvo por un detalle incómodo: esa decisión chocaba de frente con el discurso oficial de que toda la base trabajadora respalda la famosa reingeniería financiera y, por ende, entiende y hasta justifica que el Rector Jesús Madueña Molina no les pague a tiempo.
La instrucción vino desde algunas direcciones de facultades, esas mismas que, en teoría, pregonan unidad absoluta.Pero cuando vieron que los maestros estaban dispuestos a cerrar el semestre antes de tiempo, algo se movió.
No por el calendario académico, no por el compromiso educativo... sino porque se tambaleaba la narrativa que tanto han defendido: la de que el proyecto financiero está sólido y que nadie reclama porque todos están comprometidos, alineados y felices.
La medida, si se concretaba, iba a exhibir públicamente lo que ya es evidente: que la molestia existe, que el aguinaldo sí importa y que no todos están dispuestos a sostener una postura institucional que afecta sus bolsillos. Y eso, políticamente, era demasiado riesgo antes de Navidad.
Así que se les pidió que no cerraran clases, que aguantaran, que no “debilitaran” la imagen del movimiento universitario.Que no fueran a dar material a quienes señalan que la reingeniería terminó convertida en un laberinto que ni la misma administración logra explicar sin sudar frío.
En el fondo, este episodio deja ver el verdadero pulso interno: hay maestros cansados, directivos preocupados por el relato público y una rectoría que apuesta a que el malestar no se desborde antes de que las posadas universitarias empiecen. Pero lo más revelador es lo que no se dijo: que si la unidad depende de que nadie haga nada que la contradiga, quizá esa unidad no es tan sólida como insisten.
Bajo la lupa de la FGE por omisión
Tras la tardanza de la Policía Municipal para llegar de inmediato al llamado de auxilio del ataque e incendio de una vivienda en la sindicatura de Villa Unión, al sur de Mazatlán, donde una pareja perdió la vida la madrugada del pasado domingo, la fiscal general de Sinaloa, Claudia Zulema Sánchez Kondo, confirmó que los agentes municipales son investigados por su presunta omisión.
Y es que los delincuentes tuvieron todo el tiempo del mundo disparando contra la vivienda e incluso la incendiaron tras arrojar artefactos explosivos, y mientras unos vecinos estuvieron pidiendo auxilio a la policía, pero hasta poco más de tres horas hubo respuesta de las autoridades.
Llegaron cuando los delincuentes ya tenian rato que había huido, mientras Vicente “U” y Daniela “N”, dos reconocidos contratistas de jornaleros quedaron sin vida dentro del baño de la vivienda a causa del monóxido de carbono.Incluso, el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Jaime Othoniel Barrón Valdez, con tal de conservar su trabajo, aceptó que los elementos de la Policía Municipal tuvieron que esperar a que les llegara apoyo desde Mazatlán para acercarse al lugar del ataque.
No es raro que Barrón Valdez siga con su mismo discurso, de que están trabajando coordinados y que ellos son preventivos. Sí, preventivos, pero falla la prevención y el trabajo de la SSPM, pues lo mismo ocurre un hecho violentos a la luz del día, que en la madrugada o noche, sin resultados.
Pues esperamos que la investigación se haga con todo y apego a la legalidad y finque responsabilidades si las hay.Y ya es hora señor Gobernador Rubén Rocha Moya que haga cambios en la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán, pues no hay resultados positivos desde hace muchos meses.
Saldrán a proteger a los mazatlecos
Hoy será el banderazo de inicio del Operativo de Seguridad Guadalupe-Reyes, en Mazatlán.
Este miércoles a las 07:00 horas en la Avenida Quirino Ordaz se dará el banderazo de inicio del Operativo de Seguridad Guadalupe-Reyes, en Mazatlán.
¿Y qué significa esto?, pues que serán más de 2 mil 500 elementos de instituciones de los tres niveles de gobierno y de auxilio y rescate los que participarán.
Entonces, ¿no está reforzada la seguridad en Mazatlán ante los hechos violentos?
Este operativo será del 10 de diciembre al 7 de enero.
Ojalá que las autoridades definan qué sectores integran la zona donde implementarán este operativo en Mazatlán, porque luego salen con que fue en la periferia y eso no cuenta.
Contribuyendo al caos
No hay que buscarle mucho para comprobar que en las administraciones, de cualquier nivel, siempre abundan los recomendados y gente que no cumple con el perfil, pero que lo mandó el licenciado para tal parte.
Por supuesto que en la 4T esto no desentona y ahora con las redes sociales ahora se ve más de ese tipo de actitudes y el cinismo ya no es tan necesario.
Por ejemplo, los funcionarios del lunes haciendo TikToks en vivo para señalar quién se viste más naco entre los asistentes a la verbena.
Imagínese que no le quepan dos dedos de frente. Y así hay muchos ejemplos, de raza en el lugar equivocado, vía tómbolas, amigazgos y compadrazgos.
Pero algo que últimamente también se ha notado mucho es que las propias administraciones contratan personas para dar servicio al propio gobierno, muchas veces negociado previa mochada, o porque el negocio lo recomendó fulano o porque los hijos de mangano dicen que se les contrate a ellos.
¿Y qué pasa? Que luego hay repercusiones y hay veces muy graves.
Como el hecho de que resulta increíble que quienes ofrecen el servicio de los juegos mecánicos en las ferias o verbenas, como éste caso, tengan algún título de ingeniería o por lo menos una carrera técnica para dar mantenimiento, instalar o retirar o para componer los aparatos cuando se desconchinflan.
Y parece que tampoco llaman a algún ingeniero para diseñar la manera en que debe ir acomodado el grueso de los juegos mecánicos en el terreno de la verbena.
Y lo decimos muy en serio, porque si lo hubiera, seguramente se habría dado cuenta que hay por lo menos una docena de luces led de altísima luminosidad dirigidas al puente a desnivel que recibe de frente a los conductores de vehículos que inician su bajada en el carril de poniente a oriente.
Lo más grave es que ninguna autoridad, còmo Tránsito o Protección Civil, se haya dado cuenta de esta evidente imprudencia de los ingenieros dueños de la montaña rusa.
Pareciera algo menor, pero es evidente que la alta luminosidad de las lámparas, comparadas a las de la Tacoma o Frontier blanca de cualquier ingeniero agrónomo que vaya de Culiacán a Aguaruto, puede provocar un accidente, sobre todo para aquellos conductores de ojos sensibles.
Este tema de por si ya es un problema que va en aumento en la ciudad, pues hay muchos conductores que cuando descubren las luces altas ya nunca las bajan, algo parecido a dejar de usar los direccionales.Ojo, entonces, Protección Civil, no se dejen apantallar por el recomendado del licenciado y pongan a los ingenieros en su lugar.