En un intento por recuperar la retórica de una transformación nacional y democrática, el Gobierno federal y estatal hicieron gala este lunes de discursos de respaldo a la elección para personas juzgadoras que ocuparán cargos federales.
En Sinaloa, el Gobernador felicitó a los sinaloenses y aseguró que la jornada transcurrió en paz y con hechos menores.
Muy fuera de lugar sus comentarios, ya que justamente la jornada electoral culminó con el asesinato de nueve personas más otras tres halladas en una fosa, que si bien no puede determinarse que estos hechos impactaron en los comicios, reflejan dinámicas que rebasan toda normalidad.
Es muy forzado exponer que los hechos de violencia fueron mínimos, pues en Culiacán a primera hora fue localizada una cabeza humana con un mensaje. Lo más triste es que estos hechos suelen quedar impunes.
Además, en cuanto al tema electoral, en Rosario se reportaron delitos electorales, pues en al menos cinco casillas una persona llenó las boletas antes de que iniciara la elección.
Es terrible que ocurran estos hechos y lo es más que los morenistas no lo reconozcan, pues nadie en el estado está pidiendo justicia por los delitos electorales cometidos, para seguramente no manchar la tan venerada elección.
Era de esperarse que la dinámica electoral no estuviera pulida al ser la primera respecto al PJF, pero admitir las fallas permitiría aplicarle mejoras; pero en su terquedad, el brazo político a favor de este ejercicio ha insistido que no hay nada que rediseñar y que la elección fue un “exitazo”.
El Gobernador Rubén Rocha Moya fue cuestionado sobre los pobres niveles de seguridad con los que se maneja el Centro Penitenciario de Aguaruto, ya que es imposible seguir normalizando que a un espacio cerrado sigan ingresando armas largas, pistolas, cartuchos y hasta explosivos.
En su alegato para refutar el cuestionamiento, el Mandatario respondió que ya no se han localizado en el interior arsenales... sino armas. A lo mejor en la cabeza del Gobernador esta frase sonaba mejor, pero ya sea arsenales o armas solitas, el hecho es que en el Penal de Aguaruto la autoridad está rebasada desde hace años y son los reos los que manejan todo.
Es lógico sospechar que al interior hay personal coludido con los criminales, pues no hay mano dura ni traslados a otros centros penitenciarios para desarticular las redes delictivas ahí tejidas desde hace décadas.
También el Gobernador debe asumir una responsabilidad enorme que le toca y es que deben cuidar a las personas ahí internadas que cumplen su deuda con la sociedad, porque corren peligro estando ahí encerrados entre grupos contrarios armados hasta los dientes.
En lo que el Gobernador termina por asumir su responsabilidad y el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Óscar Rentería Schazarino, se pone a trabajar, esperemos no ocurra otra desgracia en este espacio.
La participación en la elección judicial en Sinaloa fue mínima: más del 85 por ciento de los ciudadanos no acudió a las urnas. En lugar de una jornada cívica activa, lo que se tuvo fue un ejercicio prácticamente ignorado por la mayoría.
Culiacán, siendo la capital y con el mayor número de casillas, apenas alcanzó un 11 por ciento de participación, sin contar los votos anulados voluntariamente.
El promedio de 50 a 60 votantes por casilla sugiere que el interés fue casi nulo. Aun cuando se trataba de un proceso inédito, no logró despertar atención ni generar el mínimo necesario de involucramiento ciudadano.
Además, hubo irregularidades. Se retiró una casilla por falta de funcionarios y votantes; se reportaron boletas ya marcadas y un paquete electoral desapareció por algunas horas. Aunque las autoridades insistan en que no hubo mayores complicaciones, estos hechos no pasan desapercibidos en una elección con tan baja participación.
La elección judicial fue anunciada como un paso hacia una justicia más democrática, pero el desinterés generalizado obliga a replantear cómo se comunica, organiza y convoca a este tipo de procesos. Porque si la gente no acude, el problema no está solo en la voluntad de los votantes, sino también en lo que se está ofreciendo.
Hoy martes será presentado y comentado el informe que contiene los resultados del Índice de Paz 2025, realizado por el Instituto para la Economía y la Paz.
El informe será presentado por Carlos Juárez Cruz, director del Instituto para la Economía y la Paz en México, con el enfoque “Jóvenes menores de edad en la crisis de seguridad”.
En el encuentro participarán Iván Velazquez de SUMA IAP; Miguel Calderón Quevedo, del CESP; Saúl Meza, del ISJU; Perla Zavala, directora de secundaria; y Adrián López Ortíz, director general de Noroeste,
El evento se realizará en el Hotel Marriot a las 10:00 horas y promete ser un encuentro de diálogo y reflexión considerando la grave crisis de seguridad que encara el estado.
Necesario, sin duda, que se discutan desde lo académico y lo civil los efectos que la pugna del crimen organizado ha provocado en los menores de edad.
Es lamentable que la cifra ya vaya en 43 asesinatos de menores de edad en el periodo que se ha mantenido la crisis de seguridad, y además la gran mayoría de estos casos no alcance aún justicia.