El Centinela
11 junio 2021

Aún con lo histórico que ha resultado el fallo de culpabilidad contra Juan Francisco Picos Barrueto, “El Quillo”, por el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas, tanto la familia como organismos civiles pugnan porque se llegue hasta el final.

Y eso implica que, de acuerdo a lo visto en el juicio oral y la evidencia, se extradite desde los Estados Unidos a Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, el presunto autor intelectual del asesinato.

El mismo lunes, la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión confirmó que ya realizó todos los trámites posibles, pero también admitió que no tienen un plazo o tiempo de espera calculado para esto.

Ese es el problema, que ahora habrá que esperar y ver que los trabajos de diplomacia de México con Estados Unidos sirvan para completar el castigo por el asesinato de Javier Valdez, cuya noticia cimbró a una buena cantidad de países.

La extradición y juzgamiento de López Serrano serviría para redondear el histórico trabajo de la Fiscalía, al demostrar la eficacia y eficiencia del sistema penal y sentaría un precedente en la lucha por el castigo a las agresiones contra la prensa en un país tan peligroso para ejercer el periodismo como México.

El problema es que “El Mini Lic” es testigo protegido en los Estados Unidos.

El caso todavía tiene para rato.

Los dos polémicos, los dos nadaron a contracorriente, pero consiguieron mover mar y tierra para lograr la candidatura de su partido Morena.

Lo lograron, tuvieron la posibilidad de reelegirse con la alianza entre Morena y PAS, una candidatura común que estuvieron a punto de perder por el fallo de un tribunal que había dicho que sólo podían representar a Morena.

Y a pesar de todas las críticas, kilómetros y kilómetros de tinta que se escribió de y en contra de ellos dos lograron la reelección.

Para muchos parecía inimaginable, pero ellos estarán de nuevo despachando desde las oficinas de sus ayuntamientos.

Se trata de Jesús Estrada Ferreiro, en Culiacán, y de Luis Guillermo “El Químico” Benítez, en Mazatlán.

¿Habrán aprendido algo de sus experiencias al frente de su primer periodo?

¿Veremos a unos alcaldes mejorados y más duchos en la política?

¿Tendrán ellos la capacidad de negociar, ahora sí, sin confrontaciones ni pleitos con medios, empresarios o demás sectores.

En una charla de café la respuesta fue “ni volviéndolos a licuar”...

Por cierto, ayer los dos alcaldes recibieron sus constancias de mayoría, donde el Instituto Electoral del Estados de Sinaloa reconoce sus triunfos en el proceso electoral.

Por su parte, Rubén Rocha Moya, virtual ganador de la Gubernatura, recibirá su constancia de mayoría el próximo domingo.

Este tipo de actos son mera formalidad, pero marcan los tiempos, avalan la victoria de un candidato y cierran prácticamente el proceso electoral, a menos de que exista algún alegato.

El Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, aprovechó los primeros días de su reintegración a la administración municipal para pelearse con el sindicato.

Ahora dice que los trabajadores sindicalizados dejaron de hacer su trabajo mientras él andaba encampañado, para hacerlo quedar mal frente al pueblo.

Siguiendo los mismos pasos que Andrés Manuel López Obrador antes de ser Presidente, Estrada Ferreiro está viendo un “complot” en todos lados.

De lo que no hay duda es que Julio Duarte Apan, Secretario General del Sindicato, apoyó abiertamente a Faustino Hernández Álvarez, contrincante de Estrada Ferreiro.

Pero desde el martes está circulando un video en donde Hernández Álvarez y el morenista están abrazados, como viejos amigos.

Lo que Estrada Ferreiro quiere es pleito, esperemos que estas acusaciones que hizo públicas no sirvan como antecedente para despedir a los empleados que no lo apoyaron, que se rumora por los pasillos del Ayuntamiento es lo que la mayoría espera.

Alcalde, borrón y cuenta nueva. El pueblo votó por usted, no se distraiga en pleitos banqueteros.

Acá entre nos, ni durante la veda electoral paró la actividad del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, claro que no mandaron invitaciones abiertas a la prensa ni tampoco generaron boletines, pero siempre hubo alguna manera de que el mandatario estatal no perdiera la atención de los medios de comunicación.

Pero ahora, ya con un Gobernador virtualmente electo que es su ex, sí, su ex coordinador de asesores Rubén Rocha Moya, Quirino bien gracias, nada más se apareció en la toma de protesta del nuevo Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Por lo pronto, sabemos que ayer andaba en la Ciudad de México, seguramente tratando de convencer a algún secretario federal para que suelte los recursos necesarios para construir alguna obra antes de decir adiós en octubre.

Estaremos pendientes para ver cómo terminan sus últimos meses Ordaz Coppel en el poder, si se desaparece como su antecesor, en los últimos meses, o le mete el acelerador para construir sus últimas obras.

El que sacó la bandera blanca frente a los empresarios mexicanos, fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En una reunión con el Consejo Mexicano de Negocios, el Presidente dejó claro que no habrá aumento de impuestos en el corto plazo, algo que agradecieron los hombres de negocios.

Otro elemento de la reunión que agradecieron los empresarios fue la ausencia de malos tratos, acusaciones o revanchismos de AMLO, al contrario, todo fue camaradería y buenos deseos para, juntos, sacar el País adelante.

La verdad es que desde que llegó y se sentó en la silla del Águila, el tabasqueño ha utilizado a los empresarios para tiro al blanco, les pega un día y otro también, así que oír que se reunió con ellos sin confrontarlos es muy buena noticia.

Las dos partes estuvieron de acuerdo en empujar el barco en la misma dirección, esperemos que las cosas funcionen.