OBSERVATORIO El predebate de Enrique Coppel

Alejandro Sicairos
23 abril 2018

"El análisis del posicionamiento del empresario sinaloense contra las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador"

Actor influyente incluso en coyunturas que desde la política contaminan a la empresa, o viceversa, Enrique Coppel Luken se subió al tinglado del debate entre presidenciables a realizar rounds de calentamiento antes de que lo hicieran los cinco candidatos. Y le metió ruido nada más y nada menos a Andrés Manuel López Obrador y sus fans en Sinaloa, dándoles energizantes a quienes de por sí son hiperactivos.

Habló en las horas previas a los soliloquios que los aspirantes a la Presidencia de la República llevarían al primer debate organizado por el Instituto Nacional Electoral. Cuando la ciudadanía no escucha en medio de los rugidos pendencieros de quienes disputan el poder; precisamente en el griterío de las redes sociales y la apatía incrustada en la vida cotidiana de los sufragantes.

A no ser que fuera la postura institucional de la marca Coppel, o que el empresario pretendiera inducir el sentido del voto en sus trabajadores y clientes, la declaración debe tener el lugar y efecto que le corresponde en un sistema de libertades. En todo caso, lo que extrañaría es que un corporativo de tal fuerza económica decida entrar al salpicante lodo de la política electoral.

Ha dejado de ser secreto que un importante segmento de la iniciativa privada en México no ve con buenos ojos el eventual triunfo de López Obrador en la elección constitucional del primero de julio. Ahí está Carlos Slim, considerado el mexicano más rico, operando abiertamente en contra del tabasqueño.

A Enrique Coppel le faltó matizar en los conceptos que usó al proponer la unión de las coaliciones “Todos por México”, que encabeza José Antonio Meade, y “Por México al Frente” liderada por Ricardo Anaya, para derrotar en las urnas al bloque “Juntos Haremos Historia”, que postula a López Obrador. Pudo aportar algo de la moderación que al País le vendría, hoy, como agua echada sobre un incendio que inicia.

Algunos de sus conceptos colaboran con la irascibilidad que se va instalando en el territorio nacional con visos de hacer crisis el primero de julio. Decir, por ejemplo, que le da miedo que se vengan abajo las reformas estructurales “porque tenemos un candidato pues que no habla inglés, casi nunca salió del País, que no estudió”, concita a otro debate, más allá del que se realizó ayer en el la Ciudad de México.

Todo lo que se diga o haga para defender la candidatura de Meade ocasiona cascadas de daños que se le regresan al abanderado del PRI y alcanzan a quien intenta protegerlo. El debate político de ayer adquirirá esa consecuencia boomerang porque los electores no ven al aspirante que propone corregir y moralizar el sistema; detrás perciben a Peña Nieto y es ahí cuando el odio nacional desborda.

En estos momentos en México no se escucha; se malinterpreta. Las audiencias proceden a colocarse en modo visceral, cada cual con su libre preferencia política. Cada palabra en favor de Meade o del PRI es traducida como balsa de salvación echada a Peña Nieto, el Mandatario más impopular y errático que las actuales generaciones abominan.

En este contexto la sociedad sinaloense espera de los hombres juiciosos las señas que indiquen dónde están las salidas de emergencia. En eso debe rendir más el empresariado: a pesar de militancias o simpatías, entender que México se desliza en el tobogán de la ingobernabilidad y sea cual sea el proyecto político que mejor le quede a uno, es indispensabilísimo resaltar el modelo de Nación que nos servirá a todos.

 

Re-verso

Todo con facilidades,

Dirá Coppel, en descargo,

Incluso las libertades,

A veces con sabor amargo.

 

Pues de una vez

En el terreno más cercano a él, Sinaloa, resultaría interesante saber qué opina Enrique Coppel Luken de actores políticos que andan en campaña aquí. Héctor Melesio Cuén y Mario Zamora, por ejemplo, candidatos al Senado. O del empresario Manuel Clouthier, fletado en la lucha independiente sin aceptar financiamiento público para el proselitismo. ¿Qué piensa de Rubén Rocha e Imelda Castro, interlocutores locales ecuánimes si se concretara la victoria electoral de AMLO?

alexsicairos@hotmail.com