DETENCIÓN DE JORGE HANK RHON | El sospechoso habitual
09 noviembre 2015
"La captura del ex Alcalde por tener armas de uso exclusivo del Ejército abre la posibilidad para que se haga justicia en los asesinatos de dos periodistas del semanario Zeta de Tijuana"
Cuando el 22 de junio de 2004 fuimos informados del asesinato de nuestro editor Francisco Javier Ortiz Franco, dos fueron los sospechosos en quienes primero pensamos: una organización criminal y un individuo.Efectivamente, don Jesús Blancornelas y quienes le acompañábamos en aquellos aciagos días, luego de una revisión a los últimos trabajos periodísticos del licenciado Ortiz Franco, concluimos que la orden de matarlo pudo tener dos orígenes: algún miembro del cártel de los Arellano Félix, o Jorge Hank Rhon.
La Procuraduría General de Justicia de Baja California coincidió con nuestra percepción periodística, por eso incluyó a Hank en una lista de tres sospechosos de asesinar a mi compañero periodista. El tercer sitio lo ocupaba Heriberto Lazcano, aún prófugo y ostensiblemente líder de la organización criminal de "Los Zetas".
Pero aquélla de 2004, no fue la primera vez que a Jorge Hank se le consideraba sospechoso de atacar a un miembro de la redacción del semanario "Zeta". En 1988, el 22 de abril, Héctor Félix Miranda fue asesinado de cuatro disparos que salieron de una escopeta recortada. Su verdugo material, Antonio Vera Palestina, fue detenido en 1990, pero cuando cometió el crimen, encabezaba la jefatura de seguridad del hipódromo Agua Caliente, negocio concesionado por el gobierno federal al menor de los hijos del profesor Carlos Hank González.
Victoriano Medina, también miembro del cuerpo de seguridad de Jorge Hank, participó en la emboscada a Héctor Félix Miranda. Fue quien manejó el vehículo desde el cual, y a sangre fría, dispararon hasta matar al periodista.
Vera Palestina fue sentenciado a 25 años de prisión que todavía purga en el penal de Puente Grande, Jalisco, hasta donde fue enviado debido a la peligrosidad que su presencia representaba en la penitenciaria de Tijuana. Medina paga una sentencia de 27 años en la penitenciaría de Mexicali.
Tanto los agresores como las armas, los vehículos y los pagos económicos a quienes hoy están presos por el asesinato de Félix Mirada, tuvieron su origen en las instalaciones del hipódromo Agua Caliente. En este contexto, Jorge Hank Rhon se convirtió en el primer sospechoso de la autoría intelectual del crimen.
Sin embargo, la autoridad bajacaliforniana no avanzó en la investigación judicial para develar la identidad de quien ordenó matar a Héctor Félix Miranda y a mediados de la década de los 90, el caso fue cerrado durante el gobierno de Héctor Terán Terán.
En junio de 2004, el editor del semanario "Zeta", Francisco Javier Ortiz Franco, profesional del derecho, fue designado por la Sociedad Interamericana de Prensa y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos como abogado revisor del expediente de Héctor Félix.
Eugenio Elorduy Walter, el gobernador de Baja California en la fecha, otorgó permiso para la revisión del caso y prometió que si el colegiado encontraba un elemento que no hubiese sido debidamente investigado para esclarecer la autoría intelectual, el caso judicial sería reabierto.
Esa tarea desempeñaba Ortiz Franco cuando fue asesinado la mañana del 22 de junio de 2004. Considerando este contexto profesional, el entonces procurador general de Justicia de Baja California, Antonio Martínez Luna, concluyó que Jorge Hank era una línea de investigación en el crimen contra el periodista.
Nosotros en el semanario "Zeta" no hemos dejado de pugnar por el esclarecimiento de los dos homicidios. Hoy día, con la detención, el 4 de junio de 2011, de Jorge Hank Rhon, luego que el Ejército mexicano encontró en su domicilio 88 armas más de la mitad de ellas de uso exclusivo de las fuerzas armadas de este país, no perdemos la esperanza de que el expediente de Héctor Félix sea reabierto.
La decisión del gobierno federal encabezado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, de actuar de manera contundente contra el ex alcalde de Tijuana, significa un paso hacia el fin de la impunidad. Si bien Hank Rhon sólo es juzgado por violentar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, el Código Penal y la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, podría tratarse del inicio de la certeza jurídica en México.
La Procuraduría General de la República puede y debe demostrar, a partir de este caso, que efectivamente la ley se aplica sin distingos de estrato económico, ideología política, o estirpe. La detención de Hank abandonó el ámbito político y se adentró en el tema criminal, cuando decomisaron las 88 armas y los más de nueve mil tiros.
La autora es co Directora General del Semanario "Zeta", en Tijuana, Baja California.
PERIODISTAS ASESINADOS DE "ZETA"
Francisco Javier Ortiz Franco
Héctor Félix Miranda
NO PUEDE ENTRAR A EU
En enero de 2009, un oficial de migración de los Estados Unidos, en la garita de San Ysidro, en California, le retiró la visa láser para internarse legalmente a territorio norteamericano. El agente tomó esa decisión cuando, después de deslizar el carné internacional por el lector de cinta magnética, leyó en el ordenador todos los casos en los cuales el portador aparecía como sospechoso de conductas ilícitas, relacionadas con el crimen organizado.
El concesionario del hipódromo se defendió en primera instancia, pero el juez concedió la razón jurídica al oficial de migración y negó a Hank la reposición de su documento. Hasta la fecha, la autoridad de Estados Unidos le ha negado la entrada a ese país.
En estos momentos, el gobierno de México tiene la oportunidad de acabar con la impunidad que por más de dos décadas ha distinguido a Jorge Hank Rhon y a quienes le rodean. Incluido su joven jefe de seguridad, Jorge Vera Ayala, hijo del sentenciado asesino de Héctor Félix Miranda aquel 22 de abril de 1988.