'Me culparon, dijeron que era opio... yo ni lo conozco'
09 noviembre 2015
"Dos mujeres indígenas recluídas en el Cecjude local, piden ser liberadas"
MAZATLÁN._Preocupadas por estar varios meses de prisión en los que poco han visto a sus hijos y familias, dos indígenas coras detenidas en el penal de este Puerto, pidieron públicamente su libertad porque aseguran que ellas no sabían lo que llevaban cuando fueron detenidas por transportar goma de opio, en mayo y junio en Tecualilla, Escuinapa, y en Villa Unión.Mientras tanto pidieron a las autoridades que las trasladen al penal "Venustiano Carranza" de Tepic, Nayarit, para que sus familiares puedan ir a visitarlas, ya que por las carencias económicas dela familia y lo lejos del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito en Mazatlán, las vienen a ver muy poco y siempre se les dificulta el transporte de regreso a sus hogares en Santa Teresa, en la zona serrana nayarita.
Una de ellas es Marina Ceferino López, de 46 años, quien junto con su sobrina Elvira López de Jesús, de 20 años, fueron detenidas el pasado 5 de junio en el punto de revisión que mantiene el Ejército en Villa Unión, cuando efectuaron una revisión a un camión de pasajeros en el que viajaban, proveniente de Acaponeta, Nayarit.
De acuerdo con un comunicado de prensa del Ejército, entre el equipaje de dichas personas les encontraron diversos paquetes que contenían 27 kilos con 981 gramos de goma de opio, además de 33 mil pesos en efectivo.
Menos de tres meses después el Juez de Distrito en turno le dictó a Marina Ceferino López sentencia de 10 años con 100 días de prisión, mientras que su sobrina fue puesta en libertad.
En el Módulo de Mujeres, Marina Ceferino López manifestó en entrevista que ella fue sentenciada a 10 años 100 días de prisión y la culparon de algo que no era de ella.
"Eso que me culparon no era mío, a mí me encontró un señor en el crucero de Acaponeta y me dijo que le ayudaba con esa bolsa, yo nunca me fijé lo que era. Lo que yo declaré ahí en el Juzgado no valió y mira aquí estoy y mis niños me necesitan", continuó Ceferino López.
Recordó que ella venía a un mandado a Mazatlán y como ella tenía un pequeño restaurante en la comunidad de donde es originaria, desde hace mucho tiempo conoce de vista al señor que le dio la bolsa, como "El Güero", porque antes iba a vender productos de abarrotes a la sierra nayarita.
Dicho hombre le dijo que le ayudara con una bolsa y después le hablaría para ver en dónde se la entregaba.
"Como siempre abusan de nosotros los indígenas. No me fijé qué contenía la bolsa y mira. Me detuvieron los soldados dijeron que iban a revisar el camión y cuando preguntaron por la bolsa, le dije que era mía. El señor que me la dio nunca me dijo que tenía dentro", expresó.
Otro caso
En tanto, el 20 de mayo pasado, elementos de la Policía Federal Ministerial que mantenían un punto de revisión en Tecualilla, Escuinapa, efectuaron una inspección a los pasajeros de un camión y detuvieron a Emeterio Castañeda Álvarez, de 39 años, a su sobrina Audelia Erbacio Castañeda, de 33 años, y a Hermelinda "N", todos con domicilio en Santa Teresa, Nayarit. En un doble fondo del faldón de Erbacio Castañeda le encontraron varios paquetes con 12 kilos 100 gramos de goma de opio.
Tanto Emeterio como su sobrina Audelia se encuentran presos en el Cecjude procesados como probables responsables de transporte del enervante.
La misma Ceferino López fungió como traductora a Erbacio Castañeda en la entrevista al comunicarse en dialecto cora, ya que la segunda habla muy poco español.
Ahí, Erbacio Castañeda recordó que fue detenida el pasado 20 de mayo en Tecualilla, Escuinapa, porque un tío la convención de venir a Mazatlán.
Un tío la invitó a ganarse un "cinco" y la convenció. "Me cargó a mí eso (goma de opio)", añadió en cora a través de Ceferino López.
El tío de ella, Emeterio Castañeda Álvarez, que es del poblado de Rancho Viejo, perteneciente a Santa Teresa Nayarit, está interno en el área para hombres del Cecjude local y también es procesado por delito contra la salud.
Ceferino López se pregunta por qué el señor al que sólo conoce como "El Güero" le hizo eso. Si le hubiera dicho qué contenía la bolsa no se hubiera animado.
"Ahora mira dónde estoy, y mis hijos me necesitan allá, ellos me necesitan porque están chiquitos, son cuatro y están bien lejos; uno tiene 9 años, otro 8, otra niña de 6 y otro niño de 4. Ellos dicen (preguntan) ¿dónde está mi mamá? Y ahora casi no a la escuela porque no estoy al tanto de ellos", subrayó.
"Estoy detenida porque nunca me fijé. Y con el juez no me valieron mi declaración, me culparon, pero yo creo que me equivoqué cuando yo declaré o entendieron mal mi declaración, porque de "al tiro" no valió nada".
En el caso de Erbacio Castañeda dijo que tiene tres hijas que están en casa y sólo una de ellas ha ido a visitarla, pero no ha regresado porque no tiene dinero.
Ceferino López dijo que ella quiere que la cambien al penal "Venustiano Carranza" de Tepic, pero sus compañeras de prisión las asustan diciéndoles que no pidan cambio porque de lo contrario las enviarán a la Colonia Penal Federal de las Islas Marías.
"Pero le digo yo por qué voy a estar tantos años aquí si ni siquiera era mío eso, a mí nunca me entendieron. Es lo que me duele, que esté encerrada, me culparon, nunca me fijé, que no me culpen; dijeron los soldados que era opio, que era algo penado, yo ni lo conozco, soy ama de casa, soy inocente", dijo.
"Mis niños están solos, no hacen caso a nadie, tienen papá, pero ya ve, los hombres mejor se van a cuidar otra gente que sus hijos. Están sólos mis niños, yo no echo mentiras, quisiera que nos echaran la mano, ¿pero qué hacemos?".
Manifestó que quisiera que por ser la primera vez en que transportaba esa substancia la perdonarán, pues no sabía lo que llevaba y ahora aunque a través de un abogado interpuso apelación a la sentencia, le dicen que ya no se puede hacer nada.
Si sale libre en 10 años más, hasta sus hijos la van a odiar porque ellos no saben nada, solamente la están esperando, subrayó.
Desde el penal pidió que en lugar de culparla a ella investiguen al hombre que le dio la bolsa que contenía el opio que le aseguraron los soldados.