Sobrevive a accidente náufrago de Las Arenitas

"Cuatro personas sufrieron heridas de consideración durante el percance"

Una vez más Jesús Eduardo Vidaña López, mejor conocido como "El Náufrago" de las Arenitas, salvó su vida al resultar ileso durante un choque entre dos unidades vehiculares, en el que cuatro personas sufrieron heridas de consideración.
Según el reporte de las autoridades municipales, el percance se registró a las 17:19 horas del jueves, sobre la carretera Las Arenitas-Eldorado, a la altura del estanque El Patagüe.
La información establece que los lesionados son Sínder Guadalupe García Cervantes, de 21 años, quien presentó fractura en ambas piernas; y Alondra Alejandra "N", de 15, que sufrió fractura en mano derecha y pie izquierdo, herida frontal y traumatismo craneoencefálico.
También salieron afectados Rosa Amelia Camacho, la cual presentó golpes; y Francisco Osuna Camacho, de 41 años, con fractura de pelvis y golpes en la cadera.
Todas estas personas tienen su domicilio en el campo pesquero Las Arenitas, confirmó la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Se estableció que los tres primeros mencionados viajaban a bordo de una camioneta Toyota, gris, con placas TU-67-675 de Sinaloa, mientras que el cuarto lesionado viajaba como acompañante de "El Náufrago", de 29 años y de oficio pescador, quien conducía una Ford Ranger, café, con placas AM-13210.
El comunicado de prensa de la DSPM no establece cómo sucedieron los hechos, pero tras la colisión, los heridos fueron trasladados por paramédicos de la Cruz Roja al Centro de Salud de Eldorado y al Hospital General de esta ciudad, donde se reportan delicados de salud.
Vidaña López y otros dos pescadores llamados Lucio Rendón y Salvador Ordóñez, lograron sobrevivir en una frágil embarcación durante más de 9 meses a un naufragio que terminó cuando el 9 de agosto de 2006, fueron rescatados por la tripulación de un barco taiwanés, cerca de las islas Marshall, al noreste de Australia.
Los tres trabajadores del mar habían zarpado en noviembre de 2005 en San Blas, Nayarit, con su pequeña lancha hacia altamar, y nadie supo de ellos hasta que fueron encontrados a miles de kilómetros de México.