Ayer leí en la prensa local que el Ayuntamiento está gastando aproximadamente 450 mil pesos mensuales (si el dato es exacto porque se me hace mucho dinero) en pagar honorarios profesionales a una abogada de apellidos Durán Chío, para encargarse de defenderlos en los juicios de acciones colectivas y amparos que está manejando nuestro despacho.
Me llaman la atención los apellidos de la abogada que contrataron, pues parece ser hija de quien fue Secretario del Ayuntamiento hace tiempo. También me llama la atención que la abogada, por las investigaciones que hicimos en tribunales, no tiene nada de experiencia ni en acciones colectivas ni en amparos.
¿Entonces por qué la contrataron? Ya en el terreno de la especulación (aclaramos que no nos consta), los que saben de temas políticos dicen que, igual que como querían hacerlo con las lamparitas led, este tipo de "contratos" se utiliza para que los políticos ratas obtengan dinero para sus campañas.
Si tienen razón los expertos que nos dieron esa opinión, y el dinero que se está pagando en honorarios legales será desviado para campañas políticas (sólo especulamos), la pregunta obligada es: ¿y quién del actual Ayuntamiento necesita dinero porque le va a entrar a una campaña política?
La respuesta está en los diarios locales, donde podemos encontrar declaraciones de servidores públicos del Ayuntamiento, como por ejemplo la actual Secretaria, que abiertamente han confesado que tienen aspiraciones políticas.
Y ya encarrilado el ratón, como dicen, si a la especulación le sumamos que la Secretaria del Ayuntamiento fue uno de los servidores públicos que, formando parte del Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento, dio luz verde para que se contratara a la abogada Durán Chío, ¿será ella la destinataria del dinero que saldrá a través del contrato de prestación de servicios?
Llama la atención que si el Ayuntamiento tiene un Departamento Jurídico, donde cuenta con abogados que le llevan muchos años de experiencia a la abogada Durán Chío, haya recurrido a sus servicios legales para intervenir en los juicios de acciones colectivas y los amparos que lleva nuestro despacho. ¿A poco no pueden solitos los del Jurídico del Ayuntamiento?
Más llama la atención que los abogados del Jurídico del Ayuntamiento son los que siguen haciendo la chamba legal en esos juicios. La abogada Durán Chío aparece escasamente en los expedientes y ni habla en las pocas audiencias a las que ha asistido, pues quien lo hace es una abogada interna del Ayuntamiento. ¿Entonces para qué pagar esos honorarios a un abogado externo, si de todos modos el trabajo legal lo siguen haciendo los abogados del Jurídico del Ayuntamiento?
Como lo he dicho antes, no es que seamos mal pensados por naturaleza (bueno, yo sí lo soy), sino que solitos se ponen de pechito para que pensemos mal de ellos.
Si yo fuera servidor público del Ayuntamiento y pensaran tan mal de mí, de Alcalde para abajo, y no tengo la decencia suficiente para renunciar, mi abuela revive y viene y me pega una golpiza, por corrupto y cínico.
Ahora resulta que hasta los asuntos legales que lleva nuestro despacho son oportunidades de hacer negocio para las ratas del Ayuntamiento. Si les digo, para sus fechorías son muy vivos, pero cuando los agarran en la tranza y los traen de la cola, andan chillando.
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