"EN TRIBUNALES"
A propósito del reciente fallo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre el tema de la siembra y consumo personal de mariguana para fines recreativos, van mis comentarios para no dejar pasar la oportunidad de un asunto tan calientito:
Si este caso hubiera llegado a la Segunda Sala de la Corte, en lugar de a la Primera, otro gallo hubiera cantado, pues muy probablemente les hubieran negado el amparo.
Lo anterior porque es opinión general en el mundo de los abogados litigantes, que los mejores ministros de la Corte (Cossío y Zaldívar) están en la Primera Sala y, en cambio, la Segunda Sala es casi un Tribunal Colegiado, sólo diferenciada de estos últimos por la jerarquía.
En la Primera Sala hay dos ministros liberales (Cossío y Zaldívar), uno "moderno" (Gutiérrez Ortiz Mena), una un poco liberal (Sánchez Cordero) y otro conservador (Pardo).
Como los ministros son finalmente seres humanos (aunque algunos de ellos y de los magistrados federales se crean dioses), el sentido de sus votos refleja sus creencias y su verdadera naturaleza.
De ahí que es explicable que el ministro Pardo, de naturaleza y pensamiento conservador, haya votado en contra. Igual si el asunto hubiera caído a la Segunda Sala, hubieran votado en contra Medina Mora, Luna Ramos, Pérez Dayan y Franco, porque son del ala "conservadora", mientras Silva Meza probablemente hubiera votado a favor, pues tiende a ser liberal.
La estrategia legal se planificó tan bien, que el asunto se planteó para que llegara a la Primera Sala en lugar de a la Segunda Sala.
La sentencia hará historia y será recordada durante mucho tiempo, aunque no tiene los alcances que muchos creen, porque no permite que todo mundo corra a comprar semillas de mariguana, la siembre y se la fume para consumo personal y recreativo. Ya los medios especializados se ocuparán de ir dejando claros los alcances reales de la sentencia.
Como quiera que sea, a los jueces, magistrados y ministros, los conoceremos por sus sentencias. Éstas son una confesión de sus creencias más profundas y de sus valores y, aunque deben ser capaces de guardar imparcialidad, finalmente son humanos y, ¿qué juez, magistrado o ministro no lleva sus creencias y valores personales a la hora de dictar sus sentencias?
Lo malo es cuando los jueces dictan sus sentencias no por sus creencias y valores personales, sino por cuestiones más mundanas, como la envidia o resentimiento con una de las partes o sus abogados (me ha tocado ver casos así).
Creo que ya lo dije antes, en los jueces la soberbia es el pecado más grave y pocos de ellos son capaces de dominarla. Por eso es bueno que los exámenes para jueces de distrito sean tan estrictos y no deben ser sólo de conocimientos legales, también deben detectar defectos de carácter y exigirles que lleven una vida personal intachable.
En el último examen, de aproximadamente 2 mil que lo presentaron (la primera etapa), dicen que sólo aprobaron 20 y como no, si algunos de los que lo presentaron creen tener talentos que no tienen, pero eso sí, para darle vuelo a su vanidad diciéndole a sus amigos que llegarán a ser jueces de distrito se pintan solos. Por favor, si apenas pudieron llegar a donde están ahorita (hay niveles).
Esperemos cómo se resuelven los nuevos asuntos que se vayan presentando en la Corte sobre el mismo tema, pues la estrategia legal implica lograr que se establezca jurisprudencia. La puerta ya se abrió y los abogados que fueron capaces de abrirla están listos para cruzarla con más amparos.
Mi reconocimiento para esos abogados que, a golpe de sentencias, lograrán cambios en la Corte que a corto plazo se verán reflejados en cambios en la política del Gobierno de la República.
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Socio director de Bufete Álvarez y Asociados y presidente del consejo directivo de Acciones Colectivas de Sinaloa, A. C.