"Les cantan 'Las Mañanitas'"
Netzahualcoyotl Ceballos/ Manuel Guízar
MAZATLÁN._ Si hay algo que Rosa Elvira Hernández seguramente nunca olvidará, es que la vida se debe disfrutar.
Esa fue una de las grandes enseñanzas que su madre le dejó antes de quedarse dormida para siempre. Incluso decía que cuando muriera, no quería que le guardaran luto.
Ayer Rosa Elvira fue una de las tantas hijas que acudieron a los panteones municipales para visitar a sus más grandes maestras: sus madres.
"La seguimos recordando como si estuviera viva... la recuerdo muy alegre, recuerdo su alegría, su contagio de felicidad, su sonrisa", expresó a los pies de la sepultura donde su madre descansa, en el Panteón Municipal 2.
"Los consejos de ella eran que siempre disfrutáramos la vida. Nos decía también que no le guardáramos luto, a ella no le gustaba el luto, nos decía que siguiéramos nuestras vidas normales".
A unos kilómetros de distancia, en el Panteón Municipal número 3, decenas de familias también pasaron la mañana del 10 de mayo a los pies de tumbas llenas de flores y recién lavadas.
"Sabemos que los muertos ya no están con nosotros y que la vida se debe seguir viviendo, pero no debemos olvidar a las mamás que ya no están. Yo soy mamá pero también vengo a felicitar a la mía", declaró Liliana María Astorga.
Sobre la limpieza, la familia Saucedo opinó que por primera vez en muchos años el panteón estaba limpio y sin maleza.
Los floristas de fuera, instalados desde las primeras horas de la mañana para recibir a las cientos de personas, reportaron que comparándose con otros años, las ventas andaban bajas. De un 100 por ciento apenas se vendía el 70.
Las recuerdan con música
Otro panteón que lució concurrido fue el Panteón Jardín. Ahí, cientos de deudos se reunieron para "encontrarse" con su mamá .
Algunas familias se aparecieron temprano por el camposanto a fin de limpiar el área donde se encuentran los restos de sus seres queridos; otras colocaron el arreglo floral que fue complementado con un Padre Nuestro o Dios te salve María.
A pesar de que el sol caía a plomo muchas personas no les importaba la alta temperatura que provocaba debido a que sus mentes estaba el recuerdo de la madre o del familiar.
Canciones como "Te vas Ángel Mío", "Las Mañanitas" y "La barca de oro", fueron temas que solicitaron los visitantes a los grupos de músicos que acudieron al Panteón Jardín.
En El Renacimiento era otro ambiente. Ahí no hubo música, pues por reglamento del lugar, no se le permite la entrada a los grupos con el fin de no molestar a las personas. Tampoco había mausoleos, solamente lápidas y un verde pasto que fue adornado por las flores que dejaron los asistentes.
Cientos de deudos llegaron con ramos de flores o con cubetas con agua para limpiar y adornar la tumba en la que descansa el ser más querido sobre la tierra.