Cuauhtémoc Ramos Escobar
Homologación policíaca
El sábado pasado se llevó a cabo en Mazatlán la Segunda Reunión Estatal de Seguridad Pública con la participación de los directores de policía de los 18 municipios.
De acuerdo con la información que se proporcionó a los medios locales de comunicación, el propósito es homologar los 18 bandos de policía y buen gobierno, para establecer nuevas estrategias en materia de coordinación y prevención del delito.
Y dado que en Sinaloa, cada municipio cuenta con su propio Bando de Policía, la iniciativa propone cambios en sus estructuras para ampliar la participación de las autoridades estatales y municipales en materia de seguridad pública.
Esencialmente se dijo al respecto que se trata también de profesionalizar a los cuerpos policíacos municipales y alcanzar una coordinación eficaz con las autoridades de seguridad del estado.
Y si se toma en cuenta cuál es el objetivo de esa iniciativa, se verá que es para prevenir y contrarrestar la delincuencia, incluyéndose además la ley de justicia para menores ante su incidencia del delito.
En este sentido se ignora si habrá una propuesta, como ya se ha tocado el tema en otras entidades, de disminuir la edad a los 16 años y no a los 18 para considerar a quien cometa delitos sin la tutela que hasta ahora tienen.
Para la titular de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, Josefina García Ruiz, la reunión de los jefes policíacos de los 18 ayuntamientos conlleva sólo a definir nuevas acciones estratégicas contra el delito, pero se desconocen en el fondo si existen otros objetivos, porque no se informó sobre ello.
Sólo se habló de que se trata de establecer la mayor coordinación de los directores municipales de policía con los funcionarios estatales de seguridad mediante la homologación de los bandos de policía y buen gobierno.
El propósito es ese hasta ahora, y el objetivo de las estrategias es que les permitan reducir la incidencia del delito manteniendo una constante intercomunicación policíaca en el estado.
En cuanto a la homologación de los bandos de policía y buen gobierno que se estudia, tiene, entre otros, dos propósitos claros; la profesionalización de los cuerpos de las policías municipales y establecer una estrecha coordinación entre las corporaciones de seguridad de la entidad.
Lo que le facilitará a la Secretaría Estatal de Seguridad Pública que en todo el estado haya condiciones para poder emprender medidas en materia preventiva, en formas similares de seguridad, y de manera conjunta.
Sin embargo, antes de alcanzar la homologación de los 18 bandos de policía y buen gobierno, primero tendrán que darse las aprobaciones que cada cabildo le haga a su Bando de Policía y las reformas que proponga el estado en materia de seguridad.
De lo contrario, se pasaría por alto, si antes los regidores como cuerpo colegiado de los 18 ayuntamientos de la entidad no conocieran el proyecto de reformas para igualar a los bandos policíacos, y si así fuera, sería una imposición que el Estado no puede hacer.
En algunos ayuntamientos podrían presentarse objeciones y en otros hasta la negativa de reformar los bandos de policía y buen gobierno si así lo prefirieran o le encontraran inconvenientes.
Y podría dar para más si se incluyeran reformas que se consideraran que sobrepasan al municipio en materia de prevención y de seguridad pública, cuando éstas están debidamente definidas en sus propias jerarquías de gobierno.
Como en su caso lo están, en las indagatorias y persecución del delito, que le corresponden al Poder Ejecutivo a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado y la propia Dirección Estatal de Seguridad a cargo de García Ruiz.
En consecuencia, la homologación viene a contemplarse en un nuevo marco normativo.
Siempre y cuando, de ser necesario, llegue a aprobarse si se toma en cuenta la independencia municipal y la autonomía que la ley le otorga para gobernarse a sí mismo a cada ayuntamiento.
Porque como municipio libre el artículo 115 constitucional les otorga el autogobierno a los ayuntamientos y lo que se dé en materia preventiva de seguridad, a ellos, sin invasión de funciones les competen de manera exclusiva ejercer en el municipio.
Todas las adaptaciones para poner en práctica y operar nuevas estrategias de seguridad entre los municipios, el estado y la federación, deben de ser bienvenidas; pero a cada quien la Constitución les circunscribe el campo de sus acciones.
La homologación de los bandos de policía y buen gobierno es por lo tanto una iniciativa desde el punto de vista estratégico para abatir, con la participación del estado, la delincuencia y los delitos del fuero común que son los más cometidos en contra de la sociedad y, lamentablemente, mientras no se combatan las causas que los generan, no podrán disminuirse.
Veredes pues… cosas veredes.
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