"Ordenan a dos nuevos sacerdotes"
Héctor Contreras
En medio de la celebración de su decimotercero aniversario de su ordenación episcopal, el Obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, ordenó ayer a dos nuevos sacerdotes: Jaime Gallo Padilla y Ramón García Valenzuela.
Al rito de ordenación sacerdotal, en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, acudió la mayor parte de la curia de la Diócesis, además de cientos de fieles que abarrotaron el recinto.
El Obispo de Mazatlán centró su homilía en el don del sacerdocio. En uno de sus mensajes más profundos en torno al sacerdocio, recordó a los pastores que han recibido el presbiterado, que en el ministerio es un don de Dios que se entrega por él a personas limitadas.
"En la última cena, el Señor encomendó a los 12 apóstoles celebrar el sacramento de su cuerpo y de su sangre hasta su regreso", dijo.
"Dios se hace un don para nosotros y nos eleva hacia él, sólo el puede decir este es mi cuerpo, ése es el misterio del sacerdocio católico".
Señaló que los sacerdotes actúa in persona Christi y recordó que Jesús instituto un nuevo sacerdocio, en el que el pastor no se busca a sí mismo, sino servir a los demás.
"Él da el poder de absolver los pecados y pone en los sacerdotes lo necesario para abrir la puerta de la casa del Padre", comentó.
"Los sacerdotes debemos ser hombres de oración, así sólo podremos estar como Cristo en comunión con todos. Ser sacerdote significa comunión con los demás, ser amigo de los demás".
Agregó que mundo tiene necesidad de Dios y sólo el sacerdocio puede dar frutos mostrando al Dios de amor.