"Promueve Mario Dávalos respeto hacia minusválidos"

Su nombre es Mario Dávalos Romero y en los últimos dos meses ha recorrido mil 300 kilómetros en silla de ruedas con el fin de crear conciencia entre los mexicanos para que los derechos de los minusválidos sean respetados.
También de paso, don Mario busca la donación de un hígado para una niña de cinco años que vive en Guaymas, Sonora, hasta donde piensa llegar en esta travesía por más de 15 estados de la República.
"El objetivo de realizar este recorrido es crear conciencia entre la gente sobre la cultura del respeto a los derechos de los minusválidos. Es el de pedir a las autoridades mayor apoyo para nosotros los minusválidos y que vean que somos gente productiva y que no nos sigan discriminando", expresó.
El 5 de marzo, don Mario partió de la Ciudad de México y desde entonces ha pasado por más de 30 ciudades en donde ha visto de todo: desde la solidaridad de la gente para que siga en su lucha, hasta el desprecio e indiferencia de algunas autoridades.
"La travesía la logro con el apoyo de la gente, principalmente, y de algunas autoridades de los lugares a donde llegó, pero éstas no siempre me apoyan como ocurrió en el municipio de Mazatlán y Culiacán en donde me dijeron que no había apoyo por falta de presupuesto".
El "trotamundos" sólo viaja con lo indispensable: algunas mudas de ropa, alimentos, algunos trastes, su casco y uniforme y sobre todo una silla de ruedas que no se raja para los 2 mil 200 kilómetros que dice recorrerá en esta ocasión.
Tiene 41 años y 17 de ellos los lleva haciendo recorridos a todo lo largo y ancho de México en busca del reconocimiento a los derechos de los minusválidos. Desde Cancún, hasta Los Cabos; desde Monterrey a la Ciudad de México, y también hasta Acapulco; y hoy, desde la Ciudad de México, hasta Guaymas.
Además, dice haber ganado 48 medallas en torneos nacionales de natación para minusválidos, y por eso en una carta pide al Presidente de México la creación de dos centros de rehabilitación para discapacitados. Uno en Campeche y otro en Sonora.
Nació en el puerto de Veracruz y a los dos años la polio le provocó la inmovilidad de sus piernas. Cuando no anda de trotamundos, allá en su pueblo dice que se dedica a vender frutas de donde saca parte del dinero para seguir en su lucha.
En Culiacán llegó hace unos días, pero ayer, apoyado por elementos de Tránsito Municipal, partió de nuevo hacia el norte del país en su larga carrera por el reconocimiento y el respeto a los derechos de los minusválidos. 


"El objetivo de realizar este recorrido es crear conciencia entre la gente sobre la cultura del respeto a los derechos de los minusválidos. Es el de pedir a las autoridades mayor apoyo para nosotros los minusválidos y que vean que somos gente productiva y que no nos sigan discriminando".

Mario Dávalos Romero
Minusválido