"'Una mamá especial' Matilde Polanco Calderón"
Matilde Polanco Calderón
Madre de 5 hijos
LA CRUZ, Elota._ A los 19 años de edad, y con un pequeño de 2 años, la vida le da ha Matilde Polanco Calderón la oportunidad de convertirse en "mamá especial", acontecimiento que le dio fuerza para enfrentar los retos.
Matilde fue madre por vez primera a los 16 años de edad, su primer hijo, Jesús Abraham, nació grande y sano, hecho que la convirtió en la mujer mas feliz del mundo. Su felicidad creció con la llegada de María del Rosario, dos años después.
Pero la felicidad duró muy poco, ya que conforme pasaban los meses se dio cuenta que algo no andaba bien en la salud de su pequeña.
"Nosotros sospechamos que algo andaba mal porque le iba engordando mucho el estómago y al caminar renqueaba, fue al año dos meses cuando nos dimos cuenta del problema, en la Ciudad de México", expresa.
En un principio la enfermedad de su hija María del Rosario, quién nació con un tumor llamado neuroblastoma, la tomó por sorpresa, pues con sólo 19 años de edad su mente no alcanzaba a analizar la intensidad del problema.
Lo primero que hizo Matilde al enterarse del problema de su segunda hija, fue llorar hasta agotar sus fuerzas.
Luego, con la ayuda de su esposo, se dio valor para luchar, primero por salvarle la vida a su pequeña y después darles las herramientas para enfrentarse a la vida por su propia cuenta.
Hoy Matilde, de 38 años de edad, ha logrado sus objetivos a cabalidad, pues actualmente Rosy, como la conocen sus amigos, es una joven que, a pesar de estar en silla de ruedas, no tiene limitaciones para desarrollar sus actividades como cualquiera a su edad.
"Cuando le regalaron la primera silla de ruedas, a los 2 años de edad, yo no podía ver eso, se me hacia imposible que mi hija dependiera de una silla de ruedas, pero con el paso del tiempo asimilé la situación", expresa.
Actualmente Rosy, quien cursa el primer año de preparatoria en el Cobaes, se ha convertido en una joven independiente, pues al terminar sus actividades educativas, al igual que el resto de sus hermanos, colabora en el aseo de la casa y cocina.
"Hoy en día me siento bien y feliz de tener a mis hijos, porque todo los tengo bien gracias a Dios", expresa Matilde con suma emoción.
Aunque después de tener a Rosy, Matilde no quería volver a embarazarse, por temor a que los hijos presentaran alguna enfermedad, la vida la premió con tres pequeños más: Guadalupe, Martha y Felipe, de 16, 12 y 5 años de edad, respectivamente.
"A todos mis hijos los quiero igual, aunque en ocasiones al mayor, Jesús Abraham, lo tuve que dejar con mi suegra porque Rosy por su enfermedad me necesitaba más, mis hijos son mi mayor bendición", expresa la orgullosa mamá.
Hoy, Matilde es una de las tantas mujeres que en silencio luchan por sacar adelante a sus hijos y convertirlos en hombres y mujeres de bien.