Avances que se han perdido o quedaron en el limbo (2)

    Pero ahora, las personas culpables o no, son ‘enjuiciadas’ públicamente, calumniándolos, difamándolos y denigrándolos, pero sin presentar las pruebas correspondientes ante los juzgados; la única razón es que ‘mi pecho no es bodega’ y así se rompe la confianza y el estado de derecho y el país se encamina hacia la ley del más fuerte, en este caso, a las manos de quien detenta el poder.

    Aunque aquí se habla de “avances que se han perdido”, es evidente que duele más la pérdida de respeto que debe tener el funcionario público hacia los ciudadanos; siempre se tuvo la convicción de que el ciudadano está en su pleno derecho de criticar los actos de los gobernantes; los funcionarios pueden investigar los actos de los ciudadanos y, en el caso de violaciones a las leyes, denunciarlos con pruebas ante los tribunales; no era correcto insultarlos, denostarlos o burlarse de ellos aunque fuesen declarados culpables y sancionados por los tribunales.

    Pero ahora, las personas culpables o no, son “enjuiciadas” públicamente, calumniándolos, difamándolos y denigrándolos, pero sin presentar las pruebas correspondientes ante los juzgados; la única razón es que “mi pecho no es bodega” y así se rompe la confianza y el estado de derecho y el país se encamina hacia la ley del más fuerte, en este caso, a las manos de quien detenta el poder.

    Una de las propuestas del Presidente Calderón fue la de “pónganse en los zapatos de los ciudadanos”, es decir, saber o intuir qué es lo que quiere el ciudadano de su gobierno; en la SFP, además del rechazo a la corrupción, se encontró el repudio ciudadano al exceso de normas y trámites que impedían el avance de los asuntos, desde solicitar un acta de nacimiento hasta contratos con el gobierno. Se organizó primero un concurso denominado “el trámite más inútil” recibiéndose miles de propuestas ciudadanas y que por cierto lo “ganó” un trámite en el IMSS, pero ello dio el camino para cumplir con la orden presidencial de simplificar la administración pública, llevándose a cabo la Reforma Regulatoria más grande del mundo implementando la estrategia de “Regulación Base Cero”; se eliminaron 16,261 normas repetidas, inaplicables o contradictorias y se eliminaron también 2,257 trámites. De más de 34 mil normas y disposiciones se eliminaron casi la mitad.

    Este procedimiento fue reconocido como mejor práctica internacional, recibiendo un primer lugar por la ONU en junio de 2011 en la categoría de Prevención y Combate a la Corrupción en la Administración Pública.

    En este ámbito de combate a la corrupción, en las auditorías realizadas a las Entidades Federativas se determinaron desvíos presupuestales y se recuperaron más de 3 mil millones de pesos que se reintegraron al erario federal, pero con la característica de que fueron recuperaciones efectivas, es decir, “sonó la caja” como se decía.

    Como prevención de actos de corrupción, la SFP impulsó el Sistema de Control Interno que establece procedimientos de autocontrol, aprovecha las buenas prácticas y al mismo tiempo pone en evidencia las desviaciones a las leyes y a los procedimientos. El trabajo de Control Interno fue bien aceptado por instituciones como el Banco Mundial que otorgó dos donativos por 280 mil dólares para su implementación en la Administración Pública.

    Estos avances fueron llevados también a los estados a través de la Comisión Permanente de Contralores Estado-Federación, apoyándolos y auxiliándolos en la aplicación en sus gobiernos.

    Como corolario de los trabajos de Control Interno, el actual Secretario de la Función Pública, el Lic. Roberto Salcedo, que en aquél tiempo era uno de los directores en la Auditoría Superior de la Federación, reconociendo esos esfuerzos, invitó a quien esto escribe a formar parte en abril de 2017 de la Academia Universitaria de Fiscalización de la Facultad de Contabilidad y Administración de la UNAM, editándose en junio de 2018 el libro Control Interno y Gestión Gubernamental publicado por el Seminario Universitario de Gobernabilidad y Fiscalización. Lo anterior demuestra que el sector académico sí reconoció esta labor de la SFP.

    Por instrucciones del Presidente Calderón se puso mucho cuidado en las licitaciones, contrataciones y desarrollo de la obra pública, organizándose para ello dos Foros Internacionales de Control y Auditoría de Obra Pública, en los que se tuvieron asistencias de más de tres mil personas entre funcionarios estatales, empresarios nacionales e internacionales, con expositores de alto nivel nacional e internacional.

    Se estableció también el procedimiento llamado coloquialmente “desatorón”, cuyo objetivo era eliminar las trabas que tenían muchas obras detenidas; algunas por años, destrabándose más de mil obras suspendidas por diferentes motivos.

    Como se ve, la SFP, no sólo es importante para prevenir y auditar actos de corrupción sino también para mejorar la Administración Pública, como se hizo.

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