Blindar a l@s niñ@s

LA TAREA NUNCA ACABA
    “La mejor defensa es el ataque, dudo mucho que la inmovilidad proteja el derecho humano a la educación de los niños y de sus docentes. Podemos esperar al semáforo verde para pensar en el regreso escolar y luego, cuando éste llegue, seguir esperando a que todos seamos vacunados; o por qué no, cifrar nuestras esperanzas en la federación para que por fin delineen un plan operativo para el regreso”.

    Las agendas se juntaron, es una realidad. Situaciones inéditas marcan el cierre de este ciclo escolar. Primero, el fin del mandato Constitucional del Gobernador Quirino Ordaz Coppel para el 31 de octubre próximo; la reforma constitucional en el Estado de Sinaloa de 2014 recortó el periodo del gobernador en turno a cuatro años y 10 meses, en lugar de los seis años habituales. Segundo, la coyuntura electoral que se avecina corre el riesgo de ser la más complicada de la historia, por lo menos la que mayor cantidad de cargos ponga en disputa. Tercero, las secciones sindicales locales viven procesos de sucesión particulares, mientras en el caso de la sección 27 tuvo que suspenderse, en el de la 53 ha sido imposible siquiera iniciarlo; y todo por razones ajenas a ambos líderes sindicales, hay que decirlo. Y en medio de todo esto, la mayor pandemia de la que se tenga registro en nuestra era.

    Las consecuencias de la pandemia del Covid-19 sobre el sistema educativo son de pronóstico reservado. Algunos especialistas de la educación hablan de un retraso en niveles de aprendizaje de hasta 10 años, la Unesco centra más su atención en las condiciones socioemocionales de toda una generación y, más de uno en el recrudecimiento de las desigualdades sociales al interior de nuestra comunidad educativa. Todas tienen algo de verdad.

    Sin embargo, por complicado que parezca el panorama, lo realizado en Sinaloa por las mamás, los maestros, el sindicato, los funcionarios y las organizaciones de sociedad civil ha valido la pena. Por principio de cuentas, no se interrumpieron las trayectorias educativas de 9 de 10 alumnos que terminaron el ciclo escolar pasado en medio de la pandemia. Segundo, se ha logrado mantener el abandono escolar todavía dentro de los márgenes esperados, la Unesco hablaba de hasta 10 por ciento. Tercero, haber dotado al docente de libertad y confianza para decidir el mecanismo y darles seguimiento a sus alumnos funcionó, Aprende en Casa representó tan sólo una opción más. Cuarto, darles seguimiento a los niños y niñas en riesgo de abandono nos coloca en una posición favorable para habilitar escuelas como Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA), sin improvisaciones. Quinto, mantenernos como una sola comunidad educativa, modalidad privada y pública, nos dará pauta para generar mayor confianza en cualquier proceso de recuperación escolar, sin importar cuando suceda.

    La mejor defensa es el ataque, dudo mucho que la inmovilidad proteja el derecho humano a la educación de los niños y de sus docentes. Podemos esperar al semáforo verde para pensar en el regreso escolar y luego, cuando éste llegue, seguir esperando a que todos seamos vacunados; o por qué no, cifrar nuestras esperanzas en la federación para que por fin delineen un plan operativo para el regreso.

    Mientras todas estas opciones suceden, a las cuales no me opongo, los niños, niñas, jóvenes y adolecentes (NNJA) en las zonas menos favorecidas corren en la calle, si bien les va en los parques, se quedan solos en casa porque sus padres trabajan, o la mamá sigue gastándose la quincena en el internet; es verdad, a un año de la pandemia se registra un cansancio en la comunidad educativa, no con todos ni en todo, pero justo de eso hablamos: de acercar a todos más opciones.

    Entre el #PresenciaYA y #Quédateencasa, podemos y debemos impulsar una agenda educativa #pasoapaso por encima de cualquier coyuntura que garantice el derecho a aprender de todos:

    1. Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA). Los CCA consisten en habilitar las escuelas como un espacio para seguir combatiendo el abandono escolar, producido por el rezago educativo o una condición socioemocional. No son obligatorios para nadie, todo lo contrario; deben ser voluntad de la escuela que esté en condiciones, del director capacitado, de los docentes que puedan, de las madres que quieran, de los niños para quienes sea funcional.

    2. Vacunación. El Gobernador Quirino Ordaz ya logró lo más difícil, el pronunciamiento del Presidente de la República para vacunar a los maestros, personal administrativo y ayudantía en Sinaloa; ahora, corresponde al gobierno de la República, a la autoridad federal, el instrumentar la voluntad del mandatario. Por nuestra parte, hemos hecho llegar a las autoridades de Educación, de Salud y hasta de Hacienda el padrón del personal acreditado en el estado en modalidad pública y privada de todos los niveles; hablamos en total de 77, 715 personas, sin contar las Universidades autónomas (16,100), con quienes nos hemos venido coordinando.

    3. Reforzamiento del aprendizaje. Todos los años escolares son importantes, pero algunos lo son más que otros en ciertos momentos. Hoy hay que concentrarnos en aquellos niños y niñas que terminan preescolar, primaria, secundaria, preparatoria; debemos acompañarlos en su tránsito, porque el abandono escolar es “primo hermano” de la frustración. Sin dejar de mencionar que, hacia adelante, tendremos que mantener este tipo de programas en distintos niveles educativos, justo ese tipo de programas como “Aprendamos Juntos” que llevaron a Sinaloa del lugar 27 al número 2 en PLANEA en 2019. Así es, tenemos todo para poner el ejemplo sobre el resto de la federación.

    4. Trayectorias docentes. La mejor forma de garantizar el derecho de los niños y niñas, es garantizar el derecho de sus maestras y maestros. Después de 12 años de “sudar” la causa educativa” desde gobierno y sociedad civil, en el nivel municipal, estatal y federal, siendo a veces “borracho y en otra cantinero”, una cosa me queda clara: así como los profes tienen amor y vocación a su tarea cotidiana, también existe un dolor en el gremio. En Sepyc privilegiaremos al docente y buscaremos el apoyo de las autoridades federales para hacer realidad nuestros sueños: cumplirles a los maestros que concursaron el año pasado y ahora tienen plazas con tiempo fijo, los cambios de adscripción, los código 99, basificaciones, laudos, pagos, rezonificación y un largo etcétera. Sabemos como hacerlo, de eso hablan los últimos dos años y medio, y podemos hacerlo mejor.

    Blindar a los niños exige trascender cualquier administración, sobreponerse al término del mandato constitucional y el consecuente reacomodo de los actores, el ánimo de los equipos y las lealtades de los personajes, las elecciones y la natural polarización del juego electoral, así como la renovación de los liderazgos sindicales con el deseo de algunos de apoderarse del dominio de los otros. La mejor forma de hacerlo es proponiendo una agenda educativa clara frente a la comunidad educativa, sin miedo a dejar en preciso que la educación no tiene color político, son niños no un botín.

    Que así sea.

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