Bosquejos del Alcalde que Mazatlán reclama
Buscar a desaparecidos gobierno y sociedad

OBSERVATORIO
    En la pertinencia de fortalecer ese escudo ciudadano imprescindible a la voluntad que muestra Benítez Torres debemos sumarnos toda la sociedad, ahora, sin darle oportunidad a las desidias o indiferencias. Quienes se llevaron a la fuerza a Mario Eduardo saben que cuando se articulan los esfuerzos entre autoridades y ciudadanos hay un cerco en torno a ellos cada vez más estrecho y la única opción que tienen es la de devolverlo al hogar y la ciudad.

    Al escribir estas líneas no había llegado todavía la buena noticia de que localizaron ileso a Mario Eduardo Salas Rentería, que fue privado de la libertad el jueves 16 de junio en Mazatlán, pero sí existe el compromiso loable del Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres para tocar las puertas que sean necesarias para que el joven de 27 años de edad sea liberado y regrese al lado de su familia, que lo busca con todas las fuerzas posibles.

    Por escasos que son, se vale encomiar esos momentos de buenas prácticas gubernamentales pues a la vez significan asomos de las políticas públicas adecuadas y por fin al alcance de los habitantes del municipio. Si “El Químico” deletrea el contexto difícil en que está plantado Mazatlán aprenderá que frente a este tipo de adversidades el gobernante no puede escatimar medios de respuesta. Y sí, de todo se vale si se trata de proteger a quien cae en desgracia.

    Entonces hay que reconocer el cambio de actitud y de discurso de Benítez Torres frente a un tipo de violencia que acecha a los sinaloenses por igual.

    Al mismo tiempo que debemos pedirles benevolencia a quienes perpetraron la privación ilegal de la libertad, hay que mantener funcionando los engranajes de la ley porque la debilidad que muestre el Gobierno el crimen lo traduce en vulnerabilidad de los gobernados.

    En la pertinencia de fortalecer ese escudo ciudadano imprescindible, a la voluntad que muestra Benítez Torres debemos sumarnos toda la sociedad, ahora, sin darle oportunidad a las desidias o indiferencias. Quienes se llevaron a la fuerza a Mario Eduardo saben que cuando se articulan los esfuerzos entre autoridades y ciudadanos hay un cerco en torno a ellos cada vez más estrecho y la única opción que tienen es la de devolverlo al hogar y la ciudad. O bien, que movilizarse los primeros días son fundamentales para encontrarlo y rescatarlo.

    Cuando el Presidente Municipal habla de tocar todas las puertas se refiere a las legítimas, que son las de seguridad pública, justicia y comisiones de búsqueda y de víctimas. También aquellas que podrían abrir para un desenlace positivo los captores de Mario Eduardo, cuyas motivaciones se desconocen, aunque sí pueden acceder a un acto humanitario así se trate de grupos delincuenciales donde el amor al prójimo poco se practica. En algunas soluciones satisfactorias de hechos pasados, los facinerosos han accedido a liberar a sus rehenes.

    Recientemente los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas arrojaron la marca negra que pone a Mazatlán con el más alto número de este tipo de hechos de inseguridad ocurridos en Sinaloa, sumando 547 víctimas (39 más que Culiacán) de desapariciones del 1 de noviembre de 2018 al 6 de junio de 2022, período en el que Benítez Torres ha llevado en sus manos la rienda política de la llamada Perla del Pacífico. A pesar de que ahora lamentó la circunstancia, el Alcalde declaró en tal coyuntura que el tema ni le preocupa ni le compete.

    No obstante, el lunes hizo suya la congoja generalizada por la desaparición de otro mazatleco. “Yo me voy a comprometer desde mi trinchera a tocar las puertas que sean necesarias para resolverlo, así lo hicimos con el otro maestro desaparecido que regresó, afortunadamente intervenimos y logramos resolverlo”, prometió al corregir que “todo lo que suceda a un ciudadano mazatleco es de mi incumbencia y preocupación”.

    Ese es el Alcalde que Mazatlán reclama tener desde hace meses. El de carne y hueso capaz de conmoverse ante el sufrimiento y necesidades de quienes lo llevaron al cargo; que expela emociones en vez de la frialdad del poder; que acepte la realidad como mejor punto de partida en la búsqueda de soluciones, y que haga lo que la Constitución le ordena, no más lo que las ínfulas le motivan. Urge que los mazatlecos recuperen al líder y pierdan al arrogante. ¿Es éste el resurgimiento de “El Químico” diseñado por el voto y luego desdibujado por la soberbia?

    De resultar sincero el ofrecimiento de sumarse sin limitaciones a la localización del joven desaparecido, Benítez Torres dará un paso trascendente para acercarse a su pueblo y desde las vivencias de éste entenderlo mejor y arroparlo más. ¿Qué le cuesta? El reencuentro con los ciudadanos, con todos sin distinciones, es lo único que le permitirá sobrevivir políticamente e inclusive trascender en la buena memoria popular.

    Ojalá que Mario Eduardo regrese a salvo con los suyos que han puesto el ejemplo de cómo debe movilizarse la familia e involucrar a la sociedad en una causa que a nadie nos resulta ajena. Y que juntos, ciudadanos y autoridades, no dejemos puerta sin tocar para encontrarlo a él y a todos los desaparecidos.

    Reverso

    Ningún esfuerzo haga falta,

    Cuando otro desaparecido,

    A más familias sobresalta,

    Con un presente ennegrecido.

    Cortocircuito

    Injusticia es que a las familias de las comunidades rurales se les echen a perder los pocos alimentos de que dispone, que los electrodomésticos sufran desperfectos, que los comerciantes tiren mercancía que requiere refrigeración, que las familias pasen en vela por los calorones y las calles queden oscuras a satisfacción de la delincuencia. Y que la Comisión Federal de Electricidad no responda por los daños de los frecuentes apagones y ni siquiera conteste las llamadas para recibir los reportes. ¿Qué pasa con la CFE en Sinaloa, Presidente López Obrador? Por cierto, de este tema habló ayer el dirigente estatal del Movimiento Ciudadano, Sergio Torres Félix, al deplorar que las fallas del suministro eléctrico causen daños al patrimonio familiar al afectar aparatos del hogar, además de que con las altas temperaturas se pone en riesgo a personas vulnerables, como infantes y de la tercera edad.

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