Junto con el programa de inversiones en curso con el sector privado, el Buen Fin es el mayor esfuerzo de coordinación entre iniciativa privada y gobierno federal para impulsar la economía con una oferta que, para las familias, tiene que concretarse en mejores precios y condiciones de compra.

    La onceava edición incentiva de manera especial el comercio electrónico y por ello la población necesita información para prevenir ciberdelitos y activar una red social de confianza, que alerte de prácticas de riesgo y promociones engañosas que dan paso a fraudes en línea.

    El sector privado ha trabajado en forma conjunta para llamar a un consumo razonable y, al mismo tiempo, coloca una gama de ofertas que promueve la participación de micro y pequeñas empresas.

    El apoyo a estos sectores es un punto acertado de convergencia entre Gobierno federal y empresarios, para la promoción del consumo interno.

    Desde el 2011, el primer año que se realizó el Buen Fin, los montos totales por venta vienen en aumento en cada edición, y en el 2020 alcanzaron casi 239 mil millones de pesos.

    La Secretaría de Economía, a cargo de Tatiana Clouthier, en una iniciativa colaborativa con cámaras y asociaciones empresariales, ha dado capacitación a Mipymes para expandir sus negocios y realizar ventas digitales con seguridad, en un contexto de aumento en eventos que implican fraudes contra la ciudadanía.

    Fortalecer la ciberseguridad desde el ámbito personal es fundamental. La pandemia vino a acelerar la digitalización de nuestra cotidianeidad. El comercio es sólo uno de los ámbitos que el confinamiento desplazó hacia el mundo digital.

    La delincuencia se movió en el mismo sentido y por eso debemos interiorizar todo lo que aprendimos durante la contingencia sanitaria y sumar las recomendaciones que en la prepandemia no parecían relevantes. El conocimiento sobre las formas de defraudar, razonar una compra y poner en duda “grandes ofertas” con precios fuera de la realidad son un primer elemento de prevención.

    La reactivación económica en la Ciudad ya es una realidad, que ha sido reforzada desde distintas trincheras. Por un lado, la creación de programas para el fomento, constitución y fortalecimiento de empresas sociales y solidarias, encabezada por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Por otro, la entrega de créditos emergentes para microempresas y la promoción del consumo local para ayudar a las economías de las colonias a recuperarse.

    Todo suma en este cierre de año. Confianza, mesura y prevención deben también estar presentes para un Buen Fin, a lo seguro.

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