El filósofo y sociólogo francés, Edgar Morin, quien el 8 de julio cumplió 100 años, publicó el año pasado un libro que tituló: “Cambiemos de vía. Lecciones de la Pandemia”, donde elaboró un análisis del momento álgido en que se encuentra el ser humano, a la vez que urgió a transformar la realidad para influir positivamente en nuestro futuro.
Señaló que es momento de reflexionar sobre nuestras necesidades y estilo de vida. Precisó que muchas veces vivimos alienados por lo cotidiano, o bajo los estímulos de una falsa “diversión” (como afirmó Pascal), que nos aleja de los verdaderos problemas.
“El confinamiento debe abrirnos, sobre todo, a lo esencial de la existencia... Debe abrirnos al amor y a la amistad que nos permiten realizarnos como individuos, a la comunidad y a la solidaridad que fusionan nuestro Yo en un Nosotros, al destino de la humanidad del que cada uno somos una pequeñísima partícula”, subrayó.
Morin expresó que debemos cambiar de vía para resolver los problemas creados por nuestra soberbia y egoísmo:
“Nuestra fragilidad estaba olvidada, nuestra precariedad estaba oculta. El mito occidental del hombre cuyo destino es convertirse en «amo y señor de la naturaleza» se derrumba ante un virus. Ese mito ya estaba gravemente tocado por la conciencia ecológica, que supo demostrar desde hace décadas que cuanto, más dueños somos de la biosfera, más dependemos de ella; cuanto más la degradamos, más degradamos nuestras vidas”.
Resaltó que el pretendido ser omnipotente se postró de hinojos: “Debemos tomar conciencia de la paradoja que supone que el aumento de nuestro poder vaya acompañado de un aumento de nuestra debilidad”.
Enfático, agregó: “Y es inevitable hacernos la pregunta que no figura en nuestros programas educativos y que nos afecta a todos: ¿qué es ser humano?”
¿Cambio de vía?
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