Cuaja la buena relación de Rocha e IP
Coincidencias entre empresarios y 4T

Está por cerrar Rubén Rocha Moya el período de Gobernador electo que ha dedicado a despejar nubarrones de resentimientos o conflictos, enviando señales a diestra y siniestra de que él no es hombre que acumule odios o deseos de venganza. Su sola presencia en la inauguración del complejo comercial y residencial Ceiba fue suficiente para echar abajo la conjetura de la mala relación con el sector empresarial al cual, en sentido contrario de la hipótesis del encono, le extiende la mano para ir juntos en la reactivación económica de Sinaloa.

Comienza a perfilarse el estilo de mando del líder del grupo Batequitas, diametralmente diferente al que anticiparon otros gobernadores en la víspera de sus asunciones. Nada que ver con la actitud de Francisco Labastida Ochoa que se creyó el nuevo civilizador de esta tierra bronca; Juan Millán Lizárraga y su avasallante frase de “si no están conmigo es que están contra mi” y la pedantería de Mario López Valdez que con el emblema del corazón de sus ferreterías ofreció amor y lo que desparramó fue corrupción.

Desde el 6 de junio a la fecha Rocha se ha dedicado a la paciente obra de resanador de las grietas políticas que dejó el proceso electoral. Cuando el yeso de la armonía se tornaba blandengue procedió a sustituirlo con el duro cemento de la reconciliación sentando al adversario en su mesa de Gobernador electo y utilizando la simplicidad del poder como instrumento para aumentar los consensos en torno a él. No teoriza sobre la circunstancia que lo coloca al frente del Ejecutivo; llama a sumarse a la transformación que viene.

Con esa sencillez que muestra, a pesar de que es el portador de la investidura poderosa que le otorgó el voto popular, contribuyó a cambiar el panorama de sombrío a refulgente en lo que será el trato entre el próximo Mandatario estatal y la iniciativa privada sinaloense. Hicieron clic al fin el proyecto sexenal 21-27 para el desarrollo económico y los aportadores de inversión de dentro y fuera del estado. Una vez que despache como Gobernador, expresó, continuará con la promoción de inversiones y la atracción de turismo de negocios, sobre todo en Culiacán.

Para que no quedara duda indujo un posible acuerdo con Jesús Estrada tendiente a que se restablezcan en Culiacán los certificados de promoción fiscal que el Alcalde morenista eliminó en cuanto asumió esa responsabilidad pública. Los Ceprofies otorgan facilidades a las empresas que se establezcan en el estado y son similares a los que se implementan en otras entidades con tal de atraer inversión privada nacional y extranjera.

De esta manera Rocha Moya se plantea como jefe de la principal institución de Sinaloa dejando atrás su condición de militante del partido que ya lo llevó al cargo. Da esbozos de un gobernador modesto, consciente de los grandes retos que lo esperan, y que no podrá enfrentar solo aun cuando concentre tanto poder como quizá ninguno de sus antecesores acumuló. Se da tiempo para placear, bromear y sobre todo reunificar.

Con la designación de Javier Gaxiola Coppel como Secretario de Desarrollo Económico el Gobernador electo aportó contraseñas contundentes de que lo menos que quiere es pelearse con el sector empresarial. En la interlocución pone a alguien que puede hablar entre iguales con mujeres y hombres de negocios y será también el que tenderá los rieles para que la actividad productiva transite sin obstáculos.

Enseguida, en el encuentro del 8 de octubre con la estructura directiva del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa, Rocha prosiguió con la operación cicatriz que le permita la unidad para la gobernabilidad en cuanto se siente el primero de noviembre en la silla del despacho principal del tercer piso del Palacio de Gobierno. En este caso avaló la pertinencia de un Codesin en proceso de evolución y al mostrar apertura a la definición de una agenda común y una relación de coordinación para el impulso de la competitividad desmoronó la especulación sobre la desaparición del Consejo.

Y la tarde del miércoles, con la presencia en la inauguración del centro comercial y residencial Ceiba, dio por acabada la estrategia para quitar del panorama de los próximos seis años el fantasma del choque frontal con el sector empresarial. ¿Alguien pediría más evidencias de que en materia de actividades productivas Rocha viene a consolidar y no a demoler los pilares de la economía sinaloense? Entonces habría que esperar los hechos que sin lugar a dudas serán en el mismo sentido.

Aunque extrañamente a algunas personas y grupos les incomoda que el gobierno en turno empatice con la labor del sector privado, o que desde el segmento patronal sean apoyados proyectos de alto sentido social a través de recursos económicos legítimos. Qué raro está eso. Lo que debería de preocuparles, y que por cierto no intriga a tales “activistas”, es que el dinero de la delincuencia organizada busca instalarse como la economía que le conviene a Sinaloa y con sus billetes pone vendas que ciegan a falsos vigilantes de la acción pública.

Léanse muy bien esos recados,

Que Rocha envía con esmero,

Para tranquilizar los mercados,

Y no le espanten el dinero.

Mañana es día de pesca en Topolobampo, pero dejarán descansar a los peces y le pegarán duro al plástico que está causando estragos en el hábitat marino. Excelente iniciativa de los organizadores pues aparte de ser una actividad cívica le significa un breve respiro a los humedales que literalmente son asfixiados en su flora y fauna por los humanos que les ponemos una bolsa de plástico en la cabeza. Hagamos más de seguido este tipo de acciones y que se extiendan a lo largo de las costas sinaloenses.