Desarrollo y pluriverso

ALDEA 21
    Tal vez sea momento de plantearnos cambiar el estado de cosas sin la necesidad de asumir el poder, lograr deslindarnos de esa nefasta capacidad que tiene el poder público de envilecer a ciertas personas.

    Durante el primer año de la pandemia del Covid-19 me encontré con el libro Pluriverso, un diccionario del posdesarrollo, que contiene una serie de ensayos que aparece casi al mismo tiempo que la contingencia sanitaria, y que sin proponérselo, también advierten la necesidad de revisar las aspiraciones y la forma en la que hemos vivido en sociedad los últimos cien años.

    El texto coloca en la reflexión, un conjunto de conceptos relativos a la complicada, decepcionante y muchas veces contradictoria manera en que los seres humanos convivimos entre nosotros y la naturaleza. Así hemos inventado regímenes para dirigir y normar las relaciones entre personas y naciones que, en sus más diversos intereses y aspiraciones propios de la condición humana, han sido la razón de lo que hoy enfrentamos en el mundo y que ante la reciente experiencia, todavía presente del Covid-19, exige poner especial atención al rumbo que lleva la llamada “civilización humana” de la que formamos parte.

    El libro Pluriverso, reúne una visión universal de temas que por ser de alcance global, parecieran ajenos al espacio local donde compartimos nuestra vida cotidiana. Y aunque para casi nadie son extraños los conceptos sobre desarrollo, desigualdad social, pobreza, cambio climático, economía de mercado y globalización, poco se discuten en nuestros entornos más cercanos, incluyendo autoridades de gobierno y educativas en las que contenidos como estos no parecen estar considerados en sus agendas, mucho menos acciones conjuntas que generen impacto social, más allá de lo mediático.

    Los asuntos que plantea Pluriverso no son nada sencillos, menos aun los relacionados con la de-construcción de la idea que se tiene por “desarrollo” y “civilización”. Se trata sobre profundizar y ampliar una agenda de investigación, diálogo y acción para activistas, responsables de políticas y académicos, referente a las diversas visiones del mundo y prácticas relacionadas con la búsqueda colectiva hacia un mundo ecológicamente sabio y socialmente justo. O como planteó en su tiempo el pensador y político tunecino, Mustapha Khayati, de desestructurar el sentido dominante de algunos términos y establecer nuevos significados que correspondan a la nueva realidad, de la necesidad de un nuevo campo semántico que permitiese expresar una nueva verdad. Una verdad que nace y nos habita como especie humana y social frente a nuestra convivencia con la naturaleza.

    La publicación se asume como alternativa en la agenda 2030 y su búsqueda de desarrollo sostenible. Un Pluriverso, “un mundo donde quepan muchos mundos”, como lo planteó hace 24 años el Movimiento Zapatista en México. Revisar la paradoja del “desarrollo” en el desarrollo de las sociedades; de la globalización y su condición de “oxímora palabra” entre bienestar y pobreza, entre desarrollo y exclusión, entre vida y sobrevivencia.

    Wolfgang Sachs, investigador del medio ambiente, desarrollo y globalización, escribe en el prólogo de Pluriverso que atrás quedaron los días en que el desarrollo contenía una promesa histórica formidable: que finalmente todas las sociedades serían capaces de cerrar la brecha con los ricos y disfrutar de las bondades de la civilización industrial.

    Sin embargo dice Sachs, todo eso ha quedado atrás, ahora se trata de sobrevivir, no de progresar. Por más que las políticas de lucha contra la pobreza hayan tenido algunos éxitos, éstos se han logrado al precio de una mayor desigualdad y de daños ambientales irreparables. Además, el calentamiento global y la erosión de la biodiversidad arrojan serias dudas sobre la convicción de que las naciones desarrolladas son la máxima expresión de la evolución social. Al contrario, el progreso ha demostrado ser una regresión en diversas regiones, dado que la lógica del capitalismo del Norte Global no es viable sin explotar la naturaleza.

    En Sinaloa, el gobierno de Rubén Rocha fusiona las secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Sustentable por la de Bienestar y Desarrollo Sustentable, donde de manera natural se involucran estos temas y en la que se espera trasciendan los propósitos de austeridad y eficiencia del gasto.

    Con esta Secretaría se pretende reorientar la acción interinstitucional. Una tarea vital para modificar hábitos como la cultura del desperdicio en ciudades y comunidades, el crecimiento urbano desordenado, el comercio informal, la construcción de fraccionamientos sin respetar especificaciones técnicas ni ambientales, por mencionar sólo algunos. Así como el impulso de opciones de economía sustentable en zonas de pobreza.

    Por eso creo que publicaciones como Pluriverso deben ser analizadas tanto en lo público como en lo privado. Sobre todo si seguimos padeciendo de una clase política que da prioridad a proyectos económicos privados y se disputan sueldos y posiciones de poder, mientras que el mundo sucede sin detenerse y en el que se incluye también, aunque no lo parezca, el futuro de nuestras familias y la vida misma.

    Tal vez sea momento de plantearnos cambiar el estado de cosas sin la necesidad de asumir el poder, lograr deslindarnos de esa nefasta capacidad que tiene el poder público de envilecer a ciertas personas.

    Hasta aquí mis reflexiones, los espero en este espacio, el próximo martes.

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