El baile de los 41

BUHEDERA

    Esta película ha causado conmoción. Revive la figura de Ignacio de la Torre y Mier. Circulo la liga https://www.youtube.com/watch?v=OnaI6xK-Rrc

    “En esta tercera entrega de las muertes más grotescas de personajes relacionados con la política en México, tenemos el caso del yerno del General don Porfirio Díaz. Alrededor de la vida de nuestro protagonista giran un sinfín de mitos, entre ellos la supuesta relación con el caudillo del sur. Veremos qué sucedió en la fiesta de los 41 y qué pasó con De la Torre tras la caída de su suegro, y les relataremos la muerte tan grotesca y dolorosa que tuvo. Es un corto video histórico”.

    En otro de sus sabrosos relatos, cuenta el Gus lo que sigue:

    “Ya me llegó otro correo, y se nota que ambos parten de un rollo común, manejado por gente aficionada a fabricar cuentos seudo históricos. Muchos datos están maquillados, se omiten hechos puntuales y se inventan otros.

    Zapata trabajaba para Nacho de la Torre cuando le pidieron los dirigentes de la comunidad indígena de Anenecuilco que les ayudara en su litigio contra unos terratenientes. Zapata había estado en el Ejército, donde aprendió a leer y escribir y se metió de lleno en el asunto de despojos de tierras. El Gobernador lo metió en la cárcel y hasta su despacho llegó Nacho, a golpearle el escritorio y exigir la liberación inmediata de su caballerango. El Gobernador rechazó tajante la petición. Acto seguido, Nacho fue a ver... ¡a su suegro! Después de discutir, el Presidente Díaz accedió, pero le dijo: ‘Ese hombre le va a generar muchos líos, Nacho’. Todo eso ¡por un caballerango!

    Zapata se unió al maderismo por un incidente: en una plaza de un pueblito de Morelos, un profesor, Pablo Torres Burgos, arengaba a la gente a unirse a la lucha de Madero. Era marzo de 1911. Zapata se interesó y quedó incorporado, porque Torres Burgos tenía documentación donde Madero le comisionaba para encabezar la lucha en esa zona del país. Pero su tropa tenía gente indeseable, como un tal Gabriel Tepepa, que se dedicaba a atacar rancherías indefensas, quemar viviendas, robar ganado y violar mujeres. Torres Burgos quiso separarlo del grupo pero le resultó al revés: el expulsado del mando fue el profesor, quien poco después fue asesinado por ex subordinados. Tepepa, a su vez, fue atrapado por gente agraviada y ejecutado.

    Como Zapata era el único ‘léido y escrébido”, fue nombrado el nuevo jefe.

    Poco pudo hacer ese grupo inicial por la causa maderista: menos de dos meses después don Porfirio renunciaba a la presidencia. Colorín colorado.

    Madero llegó a la capital triunfante. El vicepresidente León de la Barra asumió la titularidad. Zapata, mosqueado porque ni el Presidente provisional ni Madero lo fumaban, se ‘resistió a deponer las armas’. Ni quien se preocupara.

    El 11 de noviembre de 1911 propone un “plan para la rendición’ de 13 puntos, donde pide ‘leyes agrarias’ y 10 mil pesos para pagar los préstamos recibidos. Catorce días después, lanza el ‘Plan de Ayala’ contra Madero, a quien acusa de ejercer ‘una nueva dictadura, más oprobiosa y más terrible que la de Porfirio Diaz’ (¡!)

    Con la toma de CDMX por Villa, acompañado de las tropas menesterosas de los zapatistas, hay un personaje sórdido: Manuel Palafox, secretario particular de Zapata, quien ordena encarcelar a Nacho, acusado de ‘traficar con maíz’. Personaje tan interesante como desconocido, Palafox se ganó el mote de ‘El ave negra del zapatismo’. Homosexual ‘tapado’, ejerció contra Nacho una crueldad terrible: ordenó que lo violaran y lo vejaran de todas formas, ocasionándole las heridas ya descritas en el video. Palafox es un personaje intrigante: con aguda inteligencia, con poder delegado de su jefe, manejaba todo a base de intrigas. Tenía estudios de ingeniería y en funciones de Secretario de Agricultura del gobierno convencionista, sentó las bases para un banco agrícola, y se le considera el verdadero redactor de buena parte de la famosa ‘Ley Agraria’ de 1915.

    Amadita luchó fuerte para excarcelar a Nacho, pero durante mucho tiempo no tuvo éxito, hasta que Zapata, al avanzar las tropas carrancistas, ordenó su liberación. Las heridas de Nacho se habían agravado, Amadita de inmediato lo llevó a Veracruz y de ahí a Nueva York, donde poco se pudo hacer por lo avanzado de las infecciones.

    Ya con Zapata huyendo de las fuerzas federales, Palafox comenzó a perder poder y finalmente, Zapata le destituyó. Su ex secretario y hombre de toda confianza, defeccionó del zapatismo e intentó formar, sin éxito, una tropa para combatir a su ex jefe.

    Hay historiadores locales que afirman lo siguiente: Si Zapata hubiera tenido a su lado a Palafox cuando se recibieron las ofertas de Guajardo, nunca habría caído en la trampa de Chinameca. Era una treta de primer año, cualquiera con sentido común la habría detectado, pero el General estaba embotado con el coñac y las mujeres”.

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