El dinero o la vida

    El tiempo puso las cosas en su lugar. La tercera ola esta aquí y fuerte. Esta enfermando miles de personas y está provocando muchas muertes.
    Los hospitales públicos y privados están colapsados y, los que saben de esto, dicen que la cosa se va a poner peor por el alto nivel de contagio de la variante que estamos enfrentando

    No, no me refiero a la típica frase que en las historietas policiacas que amos de jóvenes se utilizaban para narrar un asalto a mano armada.

    Me refiero a una realidad que estamos enfrentando por las decisiones tomadas por nuestros gobernantes.

    Debemos comprender que, tomar decisiones que pueden afectar a miles de personas no debe ser cosa fácil.

    Por eso, nuestros gobernantes deben tener ciertas capacidades que les permitan tomar buenas decisiones y contar con un equipo de trabajo que fortalezca sus debilidades y les pueda hacer ver sus errores.

    No es fácil ser Alcalde o Gobernador, pero cuando se asumen esos cargos, la responsabilidad y el papel en la historia vienen junto con el puesto.

    Todos conocemos buenas y malas decisiones de gobierno, pero a diferencia de otros tiempos, esas malas decisiones no tenían el impacto que pueden tener en medio de la pandemia de Covid- 19 que estamos viviendo. Ahora las malas decisiones cuestan vidas.

    La “tercera ola” le llaman y la negaron durante buen tiempo, como si al hacerlo simplemente no fuera a suceder.

    El tiempo puso las cosas en su lugar. La tercera ola esta aquí y fuerte. Esta enfermando miles de personas y está provocando muchas muertes.

    Los hospitales públicos y privados están colapsados y, los que saben de esto, dicen que la cosa se va a poner peor por el alto nivel de contagio de la variante que estamos enfrentando.

    Leímos el grito de auxilio del hospital del ISSSTE de esta ciudad que dejó claro que no pueden recibir ni un enfermo más y las condiciones tan peligrosas que ya están enfrentando.

    No necesitamos hacer una encuesta ni un estudio profundo para saber que la cosa esta que arde. Simplemente hágale como yo. En todo lo que teníamos con la pandemia del Covid- 19, no se habían contagiado tantos conocidos y familiares míos. Afortunadamente ninguno ha fallecido y todos se han recuperado.

    Y le aseguro que lo mismo le está pasando a usted. ¿Cuántos conocidos o familiares se han enfermado? ¿Verdad que son mucho más de los que se habían contagiado y enfermado desde que esto inicio?

    La realidad no puede negarse. Solo un estúpido lo haría. La realidad está aquí y exige que nuestros gobernantes actúen con inteligencia, rapidez y con sentido común.

    ¿Permitir juegos de futbol con el nivel de contagios y muertes que tenemos? Por favor, eso es claramente una pendejada.

    ¿Y que tal permitir antros abiertos? ¿Aglomeraciones? ¿Personas sin cubrebocas? ¿Playas abiertas? ¿Turistas atiborrando la ciudad como si no estuviera pasando nada?

    No se trata de entrar en pánico, pero tampoco de andar papando moscas. Sí, cuidémonos, pero que los gobernantes hagan lo que están obligados a hacer.

    Que usen su sentido común (si es que tienen) y tomen medidas más eficaces. Si eso afecta la economía un poco, pues que así sea ¿o qué? ¿vale más la economía que la vida de los ciudadanos?

    Ahora si que, al grito de “el dinero o la vida”, las decisiones de nuestros gobernantes, que claramente eligieron el dinero, están costando la salud y la vida de los ciudadanos que se supone deben proteger.

    ¿Y la economía?, a poco cree que enfermarse sale barato o es gratis y morirse, ni se diga.

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