El reciclamiento mental

FACTOR HUMANO
04/03/2021

Así como el aire de una habitación cerrada se vicia por falta de oxígeno, de igual modo el pensamiento colectivo se vicia sin darse cuenta al adormecerse la conciencia.

Superar paradigmas

No se pueden resolver los nuevos problemas con viejas formas de pensar. Vistos así los problemas parecen insolubles. No solo necesitamos aire fresco, necesitamos salir de la habitación y abrirnos al mundo: cambiar de paradigmas.

La mente cuando se encierra en sí misma se envicia. Antes veías japoneses por el mundo, ahora ves a chinos aprendiendo y gastando.

Las sociedades se rezagan cuando sus relaciones sociales, costumbres, preferencias, valores, gustos y sistema de gobierno, les impiden progresar ampliamente provocando una entropía, un desgaste: la suma de sus partes demerita.

Observamos el declive de los EEUU metidos en sus problemas democráticos, de identidad y xenofobia, exceso de deuda y falta de inversión de infraestructura, Silicon Valley sigue cambiando el mundo disruptivamente. China avanza en la delantera tecnológica aparte de ser la fábrica mundial con precios imbatibles, invierten detonando el crecimiento.

¿Qué acelera el cambio?

Las universidades y los medios de comunicación especialmente. No se explica el avance científico sin una alta educación. Observamos en EEUU dos polos: en el Este con un grupo de universidades y el otro en California, ambos detonando el crecimiento alrededor. Dime qué universidades tienes y te diré qué progreso hay. Israel en el desierto surte legumbres a Europa, pasó de ser solo un ente productivo a serlo tecnológicamente. Se gana muchísimo más con la tecnología que exportando tomates.

Cuando las universidades se reciclan mentalmente dejan de avanzar aunque cambien sus programas.

Observamos a Sinaloa sin industrias y con escasa tecnología propia, seguimos siendo agricultores y comerciantes conformándonos con eso. El sur de México es otro país comparado con el Bajío y el Norte. Centroamérica excepto Costa Rica, contrasta con toda América. Sudamérica no está a la vanguardia tecnológica, siguen exportando bienes, Chile se abrió y exporta todo lo que puede a pesar de estar en el fin del mundo.

Aprendamos de Asia

Sorprenden Singapur, Sudcorea, la diminuta Taiwán produce núcleos de procesadores, todos los aparatos eléctricos los requieren. La educación en India se ha esmerado a pesar de sus altos contrastes exportando talentos, muchos directivos de las empresas de alta tecnología americanas y empleados son hindúes.

En Europa suelen hablarse dos idiomas, México es un ‘vecino distante’, el inglés se estudia pero no se aprende. Japón despegó porque salieron a conocer el mundo para copiarlo, mejorarlo y venderle tecnología, son líderes automotrices.

Los medios

Los medios distan de ser ‘enteros’ por la forma de presentar su información y el reciclamiento viciado de sus contenidos. Les urge evolucionar, van en declive aunque son necesarios, se requiere novedad, confiabilidad, profundidad y sobretodo interactividad.

En México y resto de América, a pesar del gran talento de algunos editores y periodistas, falta periodismo de investigación que aporte, que sacuda conciencias, que invite a nuevas opciones, que conecte con el mundo, que los saque de la pobreza mental tercermundista, que eduque, que eleve en suma la conciencia social.

Pan y circo

Los periodistas viven en la misma niebla de sus lectores, para sobrevivir publican más de lo mismo reforzando el reciclamiento mental justificándose en la demanda. Basta ver la enorme trivialidad publicada ‘la artista cambió de peinado’; refuerzan con sus notas y editoriales haciendo eco de la distracción que los políticos hacen para esconder sus fechorías y traiciones a la patria. La gente prefiere las redes y va despertando de su apatía e indolencia política mientras el país se derrumba aceleradamente.

Enfermedad social

Da pena la demanda de leer la nota roja, mientras se divulgue la gente seguirá creyendo que lo ‘normal’ es matar gente. Mientras la impunidad siga continuará la delincuencia, la gente se da cuenta por los medios. El sistema está viciado y cada ciudadano paga las consecuencias con violencia doméstica, en sus bienes o su vida. Es muy lamentable. La nota roja alimenta la violencia. Las muertes se convirtieron solo en estadísticas, el Covid lo aumentó.

Los medios se convierten en líderes cuando inspiran cambios, desaparecen cuando se reciclan. El público detesta ser manipulado, si no la sociedad va a reventar con levantamientos, los ha habido, u otra revolución. Está harta, no lo ignoremos. La gente quiere sumar cambios pacíficamente, cansados de manifestaciones inútiles.

Información viciada

Entre la desinformación, sometidos a veces por el gobierno que los provee de publicidad y eso los mantiene a flote, sin informar siempre lo que verdaderamente ocurre, entre la distracción y la estulticia publicada, la sociedad vive en un smog mental.

En las redes abunda la vulgaridad, la vanidad y la frivolidad. La adicción al celular ha provocado déficit de atención, curiosidad malsana y gran pérdida de tiempo. La TV es historia.

Mientras aquí leemos chismes, los chinos y sudcoreanos leen nuevas formas de producir y vender tecnología. El pan y circo ya no funciona.

En México y resto de América, a pesar del gran talento de algunos editores y periodistas, falta periodismo de investigación que aporte, que sacuda conciencias, que invite a nuevas opciones, que conecte con el mundo, que los saque de la pobreza mental tercermundista, que eduque, que eleve en suma la conciencia social.
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