El valor de la variedad en el Consejo de Administración de la Empresa Familiar

    Una empresa familiar es una maquinaria compuesta por muchos elementos que, al final y en conjunto, le otorgan la capacidad de funcionar como un todo. Una de sus piezas más fundamentales es el Consejo de Administración”

    “El seguro de vida de cualquier especie es la diversidad... La diversidad garantiza la sobrevivencia”. Isabel Allende

    Cómo crear con creatividad tu Consejo de administración y utilizarlo en colaboración con el líder para definir las estrategias de tu empresa y asegurar su pervivencia de generación en generación: dota tu empresa de sistemas de gobierno corporativo que atiendan simultáneamente a la buena marcha del negocio y a la armonía familiar.

    Una empresa familiar es una maquinaria compuesta por muchos elementos que, al final y en conjunto, le otorgan la capacidad de funcionar como un todo. Una de sus piezas más fundamentales es el Consejo de Administración. Este es un órgano imprescindible en el gobierno, la organización y gestión de toda empresa, independientemente si esta es grande o pequeña. En esencia, este órgano garantiza el funcionamiento, la transparencia y resguarda los intereses, tanto de quienes dependen directamente de la empresa como de los accionistas.

    Ya sea en los comienzos de la empresa, durante la etapa de su formalización, o desde su experiencia acumulada en el mercado empresarial, contemplar la conformación (o reestructuración) de un Consejo de Administración diversificado permitirá que la empresa familiar sea capaz de separar sus actividades diarias de aquellas pertenecientes a la auténtica gestión de la empresa, facilitando procesos de discusión y análisis. Tanto si ya cuentas con uno como si apenas contemplas su conformación, ¿de qué manera puedes utilizar las habilidades del Consejo en tu empresa familiar para favorecer su fortalecimiento? Podemos comenzar por contemplar algunas pautas esenciales en el Consejo de tu empresa familiar.

    Más allá de la
    poderosa trinidad

    Como todo organismo que busque erigirse y operar desde la imparcialidad y la objetividad, un Consejo de Administración debe estar conformado desde la trinidad básica que demandan este tipo de estructuras empresariales: el presidente, sus consejeros y un secretario. Organizarlo desde tres partes con tareas distintas asegurará que exista una dirección pertinente para las sesiones del Consejo –tarea en manos del presidente–, la visión en conjunto de un grupo de especialistas con distintos grados de intervención en la operatividad de la empresa –tarea acuñada al segundo grupo– y una correcta aplicación de lineamientos, creación de minutas y asistencia para las diversas tareas del Consejo que puedan surgir –tarea del secretario–.

    Sin embargo, al momento de crearlo, el líder de la empresa familiar debe buscar algo más que perfiles que se adecúen a las tareas antes referidas; además, el número de sus miembros se establecerá en función del tamaño de la compañía. De forma que las empresas familiares pequeñas o medianas reunirán entre 5 a 7 consejeros, mientras que en aquellas grandes o multinacionales el número se elevará hasta los 11 o más miembros. Las cifras impares son altamente recomendables pues se facilita la toma de decisiones por votación. Así que, ¿cuáles son los puntos hay que tomar en cuenta para convocar al grupo de expertos que conformarán tu Consejo de Administración?

    1. Convoca un grupo diversificado

    Más allá de cuáles son los cargos y responsabilidades de quienes lo integran, es recomendable que prestes atención a la cultura que propondrán en tu Consejo. A fin de cuentas, se trata de crear un ambiente de apertura y receptividad ante las vicisitudes que aparecen constantemente en el universo empresarial. Ya sea desde la diversificación de género –donde es aconsejable una presencia equilibrada de hombres y mujeres–, también debes conformar un equipo diverso en conocimientos, habilidades y áreas de experiencia, pues será esta pluralidad de perspectivas la que proporcionará una visión más completa en tu Consejo.

    Es esencial que todos y cada uno de los miembros de tu Consejo estén inmersos de la cultura de tu empresa. Hazles conocer tus cimientos: los valores y misiones de la empresa, así como la filosofía de trabajo que has propuesto para tu empresa familiar. De esta manera se alinearán las áreas de experiencia de cada miembro para que estén en sintonía con los objetivos de tu empresa familiar.

    2. Micrófono abierto

    Aléjate del concepto empresarial de la jerarquía. Si bien este tipo de estructura permite que las decisiones y las tareas estén repartidas respondiendo a las funciones de estructuras, para un Consejo de Administración no hay como la equidad en las opiniones. Si bien debe haber un presidente, recuerda que el Consejo guarda su fortaleza esencial en la igualdad de opiniones. La calidad en su trabajo residirá en la capacidad de cada uno de sus miembros para aportar información vital con respecto al crecimiento, debilidades y propuestas, al contrario de un Consejo jerárquico, donde la voz final dependerá de una sola opinión.

    Así que maximiza la efectividad de tu Consejo siendo capaz de dar su lugar a cada uno de los miembros y los aportes que puedan traer a la mesa. Para un Consejo de Administración, no solo la unión sino también la variedad hace la fuerza. Además, escuchar las sugerencias estratégicas de sus miembros permitirán que el líder familiar pueda enfocarse en las necesidades reales de la empresa al conocer tanto los indicadores internos susceptibles a mejoría, como a las perspectivas externas de los miembros del Consejo.

    3. Equilibra los terrenos

    El líder empresarial debe proporcionar al Consejo las estrategias potenciales que se hayan urdido con los demás directivos de su empresa. No se trata de que el líder busque respuestas evidentes –del tipo “esta es una buena/mala idea”–, así como tampoco ratificaciones que aporten poco o nada a la estrategia: el líder debe encontrar en su Consejo retroalimentaciones para estas estrategias y así poder decidir cuál es la ruta más oportuna que debe tomar la empresa en determinada encrucijada para encontrar soluciones potenciales.

    Desde la modificación de las estrategias hasta la optimización de las mismas, si el líder es capaz de conciliar los procesos de trabajo internos de su empresa con las labores del Consejo, la empresa se beneficiará de un proceso donde se combinan todo tipo de expertos que buscan el bien común de la empresa familiar. Al mantener la comunicación fluída de los cabecillas de la empresa con el Consejo de Administración, fungiendo el líder empresario como intermediario entre ambas, proporcionará una estrategia sólida que la empresa familiar podrá ejecutar.

    Así que el verdadero valor de un Consejo de Administración reside en conformarlo de perfiles variados, manteniendo los canales de comunicación equitativos y abiertos, así como buscar una perfecta alineación entre las observaciones internas de la empresa y su visión periférica.

    Todo esto aportará estrategias pertinentes para que puedan generarse en la empresa rutas y estrategias que la lleven hacia la prosperidad. En esencia, la idea es crear una armonía en conjunto con tu Consejo de Administración, puesto que tiene una posición privilegiada de observar con objetividad desde fuera, sin olvidar la importante tarea del líder, quien es el director de orquesta para la armonización y consolidación de la empresa familiar.

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