La honestidad es un árbol que no sirve

    Y es que es escandaloso y decepcionante que un partido que presentaba como lema la ‘honestidad valiente’ haya traicionado a decenas de sus militantes más valientes, honrados y capaces en favor de pillos consumados tanto de su propio partido como de otros.

    Gonzalo N. Santos, uno de los caciques emblemáticos en la historia del PRI, dejó una frase para la posteridad que retrata a la perfección, quizá a la mayoría, de los políticos en México: “La moral es un árbol que da moras”.

    Parafraseándolo en Morena-Sinaloa y en varios estados más, sus dirigentes podrían decir: La honestidad es un árbol que da frutos inservibles.

    Y es que es escandaloso y decepcionante que un partido que presentaba como lema la “honestidad valiente” haya traicionado a decenas de sus militantes más valientes, honrados y capaces en favor de pillos consumados tanto de su propio partido como de otros.

    Lean ustedes las noticias de cada uno de los estados y encontrará, prácticamente sin excepción, enérgicas y bien fundamentadas quejas y críticas de militantes morenistas que fueron desplazadas y desplazados a la malagueña.

    Sinaloa no fue la excepción, y sobresale el caso de la doctora Elsa Bojórquez Mascareño, Síndica Procuradora del Ayuntamiento de Mazatlán.

    Esta mujer representa lo que muchos ciudadanos quisiéramos en todos los servidores públicos: honradez, transparencia, eficacia, sentido de justicia y servicio, y también, un sólido pensamiento crítico.

    El lector experimentado inmediatamente concluirá que estos rasgos son excepcionales en el contexto político mexicano, y que ellos la habilitarían para ser una candidata arrolladoramente atractiva para una ciudadanía exhausta de los pésimos gobiernos municipales que han imperado en muchos trienios en el municipio, incluyendo en primer lugar al de Guillermo Benítez Torres.

    La conducta de Elsa Bojórquez resalta aún más porque ella, sostenida en el programa nacional de Morena, en sus ideales de izquierda y en principios inquebrantables, cuestionó las continuas irregularidades en el gobierno de “El Químico” Benítez. Es decir, la doctora Bojórquez entiende perfectamente, como una persona íntegra e inteligente, que la lealtad es a principios y leyes, y no a individuos. Si el gobernante se apega a las normas y principios será obedecido y respetado, si no es así no tiene por qué ser obedecido ni respetado. Así lo entiende la Síndica Procuradora. Es claro que, como toda científica de bien, la doctora Bojórquez Mascareño entiende que sin pensamiento crítico no hay honestidad ni racionalidad.

    La conducta como funcionaria pública de la síndica creció tanto que en diferentes medios de Mazatlán, y ante los bochornosos desfiguros, nepotismo y abundantes sospechas y pruebas de corrupción de Benítez y varios de sus colaboradores, ella fue vista como candidata natural a la alcaldía del municipio porque se veía como imposible que Morena postulara nuevamente a un individuo tan desprestigiado como “El Químico”, el cual, además, estaba acusado de ejercer violencia de género contra la misma doctora Bojórquez.

    Pero “El Químico”, asesorado por algún mañoso de la política porque él espontáneamente suele ser muy precipitado, presionó y chantajeó tanto a Rubén Rocha como a dirigentes de Morena en la Ciudad de México con la finta de que se iría a otro partido y haría lo imposible porque el ex Rector de la UAS perdiera las elecciones, que finalmente los doblegó, y en el chantaje-negociación logró, por lo menos, que lo postularan para la reelección en el Ayuntamiento de Mazatlán.

    La postulación de Benítez Torres se facilitaba mediante los acuerdos con el PAS porque este partido llega a cualquier tipo de acuerdo que le reditúe ganancias, lo cual con Elsa Bojórquez era imposible. Así fue que vimos a “El Químico” agarrarse muy sonriente la mano de Melesio Cuén cuando días antes y por años había echado pestes de su nuevo aliado. Pero, cortados con la misma tijera no fue difícil que se pusieran el traje de la inmoralidad, que les queda muy bien.

    Paradójicamente, el Senador Rubén Rocha en su primer día de campaña dijo:

    «No podrá terminar la corrupción en los espacios y en las oficinas de los gobiernos municipales si dejamos a la misma gente que ha mermado y que ha atentado contra el patrimonio del pueblo de Sinaloa».

    Pues la frase aplica perfectamente a sus compañeros de partido postulados para Culiacán, Ahome y Mazatlán. ¿O, en quién estaría pensando el hijo predilecto de Batequitas?

    Posdata

    El mismo primer día de campaña pero por la mañana y a un costado del Edificio Central de la UAS, en Culiacán, Héctor Melesio Cuén, quien parece una especie de vice candidato de Morena, respondiendo a la pregunta de un reportero dijo sin ningún rubor, y teniendo al ex Rector Rubén Rocha Moya a un lado: “la UAS es una antes y después de mí”. En efecto, el pasista ha dicho una y mil veces que la UAS era una especie de desastre antes de él. Lo cual es una burda mentira y si no que le pregunten al candidato. Lo que sí es cierto es que antes de Cuén la UAS no era un instrumento de un partido y ahora sí. Antes existía una libertad de pensamiento y opinión total, ahora no.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!