Las mujeres poseen un sistema inmune más activo que los hombres. Esto es evidente después de la aplicación de una vacuna o una infección, las mujeres desarrollan una mayor producción de anticuerpos.
Ya sea durante la infancia o la adultez, después de la vacunación contra la influenza, fiebre amarilla, rubeola, sarampión, hepatitis A y B, herpes simple 2, rabia, viruela, y dengue, la respuesta inmune femenina llega a duplicar a la de los varones.
Asimismo, las mujeres desarrollan más severas y frecuentes reacciones adversas como fiebre, dolor, e inflamación, después de la vacunación.
Estas diferencias se deben en gran medida a las hormonas sexuales. El estradiol (estrógeno), la progesterona, y la testosterona afectan la función de las células del sistema inmune. Los efectos de estas hormonas dependen de su concentración, esto sucede particularmente con el estrógeno y la progesterona, cuyas concentraciones varían durante las diferentes etapas del ciclo menstrual, el embarazo, y después de la menopausia.
Por ejemplo, el estrógeno está implicado en la producción de anticuerpos, mientras que la progesterona y la testosterona inhiben la creación de anticuerpos.
El ciclo menstrual involucra una interacción compleja entre hormonas y órganos reproductores. Muchos factores pueden ocasionar cambios temporales en el ciclo menstrual, tales como estrés, uso de anticonceptivos, o una infección.
Actualmente no existe un vínculo comprobado entre las vacunas y los cambios en el ciclo menstrual. Después de la vacunación contra Covid-19, algunas mujeres han reportado cambios en su ciclo menstrual tal como variaciones en el flujo menstrual y la duración del ciclo. No obstante, tales reportes han sido anecdóticos y no han sido estudiados bajo un protocolo científico.
Los ensayos clínicos de Pfizer, Moderna, and Johnson & Johnson evaluaron el último periodo menstrual de sus participantes, pero no evaluaron los ciclos menstruales a profundidad. Afortunadamente, ya existen distintos grupos de investigadores evaluando estas alteraciones con el propósito de establecer una relación causal entre la vacunación y las alteraciones menstruales.
A pesar de no contar con información suficiente, se puede llegar a inferir la causa detrás de estas alteraciones.
En periodos de estrés, el sistema femenino está diseñado para conservar energía y prevenir un embarazo. Este efecto podría explicar por qué algunas mujeres han experimentado cambios menstruales durante la pandemia (con o sin la vacuna contra Covid).
La vacuna contra Covid-19 está diseñada para iniciar una respuesta inmune en el cuerpo para protegerlo de una infección futura de coronavirus. La inflamación resultante puede alterar a los ovarios y su producción de hormonas por uno o dos ciclos, resultando en un sangrado irregular o más profuso.
Es importante enfatizar que estos efectos de la vacuna son transitorios y mucho menos severos que aquellos asociados con una infección por coronavirus.
El estrés afecta el balance hormonal y mental, tanto en mujeres como hombres. En estos tiempo de incertidumbre y caos aparente, no olvidemos el famoso refrán “relaja la raja”. La salud física y mental son igual de importantes.
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