Doug Casey: Cuando la comida gratuita llega al mercado local, normalmente hace que el precio de la comida baje tanto que los agricultores locales no pueden producir de forma rentable.
¿Qué sucede cuando se lleva a los agricultores locales a la quiebra? Dejan de plantar y se trasladan a las ciudades para aprovechar las dádivas. Entonces no hay cosecha el próximo año y la escasez de alimentos se agrava aún más. Y permanente. El mismo hecho de que estas organizaciones benéficas intenten ayudar a las personas en las zonas afectadas por la hambruna prolonga la hambruna. Y crea muchas distorsiones sociales y políticas en el trato.
Lo mismo ocurre con la ropa.
Todos los países atrasados tenían industrias de la confección antes de la llegada de las organizaciones benéficas occidentales. Lo crea o no, no todos los nativos corrían desnudos. Pero cuando se importan cargamentos de ropa usada barata, los artesanos y fabricantes locales se arruinan y sus trabajadores están desempleados. Es difícil competir con cosas gratis. Los destinatarios también parecen mendigos y gente de la calle de Estados Unidos.
Las organizaciones benéficas corrompen a los destinatarios. Regalar dinero generalmente lo pone en manos de personas que no lo merecen. Eso envía el mensaje moral equivocado. La gente debería tener, u obtener, cosas porque se las merecen. Y te mereces cosas porque las ganas, mediante el intercambio de valor por valor. En otras palabras, la riqueza debe ser una consecuencia de hacer cosas que mejoran.
Las organizaciones benéficas corrompen a los destinatarios. Regalar dinero generalmente lo pone en manos de personas que no lo merecen. Eso envía el mensaje moral equivocado. La gente debería tener, u obtener, cosas porque se las merecen. Y te mereces cosas porque las ganas, mediante el intercambio de valor por valor. En otras palabras, la riqueza debería ser una consecuencia de hacer cosas que mejoren el estado del mundo. Dotar a grupos o individuos porque han tenido mala suerte o son perdedores perpetuos es en realidad inmoral.
Las organizaciones benéficas y las ONG en los países del Tercer Mundo son como el Gobierno de los Estados Unidos que pone a la gente en asistencia social. E igual de destructivo. Los donantes se sienten como peces gordos y se sienten bien consigo mismos. Los destinatarios se degradan. Han pasado de ser simplemente pobres a mendigos. Eso hace que las organizaciones benéficas sean en gran medida contraproducentes. Los principales beneficiarios de las donaciones caritativas no son los destinatarios previstos, sino los donantes. Obtienen algunos beneficios fiscales, por supuesto, pero principalmente obtienen el santo subidón del hacer el bien. Francamente, la idea de la caridad en sí misma está corrompiendo a ambas partes en la transacción.
Hombre internacional: A menudo escuchamos a los principales medios de comunicación utilizar el término “filántropo” para potenciar las imágenes de determinadas personas. Ayuda a calificarlos como “benefactores” a los ojos del público.
George Soros, Bill Gates, el príncipe saudí Al-Waleed bin Talal, Mark Zuckerberg, Michael Bloomberg y muchas otras personas ricas y famosas se describen como filántropos.
¿Qué crees que está pasando realmente aquí?
Doug Casey: Como dije antes, en la mayoría de los casos, la filantropía no surge del amor por el prójimo, sino de la necesidad de aliviar la culpa, la necesidad de lucirse y la falta de imaginación.
Parece que estas personas sienten que tienen que justificar las fortunas que han hecho. Dicen que les gusta “retribuir”. Lo cual es un concepto completamente ridículo y equivocado.
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