Mundo ideal

ÁGORA CIUDADANO
    “Hay momentos en que el dolor es tanto que duele respirar, hay momentos en que la injusticia es tanta que duele creer que la justicia siquiera pueda existir, el lunes 15 de marzo de 2021 fue uno de esos momentos”.

    En un mundo ideal estimado lector estaría hablando de que la pandemia derivada del Covid-19 duró poco, que nuestro único problema con nuestros candidatos es que no hallamos a cuál elegir de tantas cualidades que poseen, que el problema de la corrupción solamente es un recuerdo de un ayer que no volverá, que el clasismo en nuestro país se erradicó y que las personas más capaces son quienes se encuentran en los cargos públicos, pero no, no vivimos en un mundo ideal.

    Antes de continuar quiero señalar que soy un enamorado de mi país, estado y ciudad, durante algunos años viví lejos de ella y la extrañé, y ahora que estoy aquí hay días que me enamora aún más y días que no tanto. Creo firmemente que Culiacán, lugar donde nací, crecí y viven mis padres e hijos tiene gente bella, noble, trabajadora, franca, alegre, sincera, en resumen, gente buena pero también creo que cada determinado tiempo me hace reconsiderar mi evaluación y cuestionarme si realmente debo de amar tanto mi ciudad como lo hago, si debo de presumir tanto de ella como lo hago, vaya, si no me estoy autoengañando, pensando en que vivo en un excelente lugar.

    Como lo mencioné en el párrafo pasado, en esta ciudad viven varios de mis amigos, les platicaré un poco de uno de ellos, su nombre José Luis Rivera Flores, ¿ocupación? varias, chofer en algún momento, pintar una casa u oficina, office boy, hotdoquero, marisquero entre otras, pero definirlo como profesional en el arte de hacer amigos podría ser una excelente manera de describirlo, si Usted vive, vivió o conoce el barrio de Tierra Blanca, seguramente sabe de quién hablo, “Poli” su sobrenombre, derivado de ser hijo de Don Policarpio como también se le conoce. Lo conocí siendo yo niño, él unos años mayor que yo, amante de los deportes, especialmente el fútbol y voleibol, aunque hace algunos años decidió ingresar a una de las tantas ligas de Softbol que existe en nuestra ciudad en calidad de pítcher y tengo entendido haciéndolo muy bien, en resumen, una persona a la que le apasionaba el deporte.

    Definitivamente “Poli” fue una persona que formaba parte de nuestra gente buena en Culiacán. Y a pesar de nuestra gente bonita no queda muy lejano el famoso Culiacanazo, en donde los poderes fácticos, sí, esos que olvidamos que existen, nos demostraron que son reales, tan reales que doblegaron al Estado y que con tal de lograr su objetivo no les importó la vida de inocentes. Usted sabe a qué me refiero; esos poderes fácticos permiten carros y camionetas polarizadas y sin placas, te hacen sudar nada más de llegar a tener un percance vial con alguno de ellos, pero convenientemente pensamos que si nos mantenemos alejados, hacemos la cosas bien, nos irá bien, pero no...no es así.

    El fin de semana pasado fue fin largo, ya que no se laboró el día 15 de marzo, así que muchos aprovecharon para salir de la ciudad, estar con amigos o descansar en casa, en el caso de “Poli” el sábado 13 tuvo una invitación para ir a Altata pero decidió no ir, ya que traía dolor de garganta, así que se quedó en Culiacán, aprovechó para ver a su hija (con quién no vivía) y llevarla al Oxxo que está cerca de su casa, al salir de Oxxo, estos poderes fácticos de los que hablamos hicieron presencia, en esta ocasión específicamente en la vida de mi amigo José Luis, decidiendo que era necesario que aún estando con su hija fuese forzado a dejarla, plantando ese recuerdo en la mente de ella para siempre.

    Al momento que me enteré, debo de reconocer que mi primer pensamiento fue que estaban diciéndolo de “carrilla”, es decir que lo decían de broma, por ningún momento pasó por mi mente el que fuese real la frase “levantaron al Poli”, desde el momento en que lo supe, entró en mí una confusión, donde no podía entender qué estaba pasando y por qué estaba pasando, pensé que se trataba de un error, tenía que ser un error, y estos poderes fácticos se percatarían de ello, pero las horas se volvían cada vez más largas y las noticias no llegaban.

    Fue hasta el lunes 15 que, después de acudir al Servicio Médico Forense (SEMEFO) se tuvo respuesta, el cuerpo de mi amigo se encontraba en ese lugar, pero su alma y espíritu ya no estaban con nosotros. Ese día una hija supo que la vez que hombres armados le arrebataron a su padre sería la última vez que lo vería, ese día un padre supo que tenía que velar y enterrar a su hijo, un hermano supo que tenía que viajar a darle el último adiós a su hermano, una mujer supo que tenía que enterrar al amor de su vida y yo, que jamás volvería a hablar con mi amigo de la infancia.

    Los poderes fácticos terminaron una vida, ¿por qué? Nunca lo sabré y no es objetivo de este espacio dar con la respuesta, sé que es una duda con la que tendré que acostumbrarme a vivir, el objetivo de este espacio es decir alto y claro que mi amigo JOSÉ LUIS RIVERA FLORES no merecía morir. Hay momentos en que el dolor es tanto que duele respirar, hay momentos en que la injusticia es tanta que duele creer que la justicia siquiera pueda existir, el lunes 15 de marzo de 2021 fue uno de esos momentos.

    PD. En un mundo ideal “Poli” estaría jugando voleibol.

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