En la ciudad de Roma existen cuatro basílicas mayores: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María La Mayor y San Pablo Extramuros.
La primera es el templo más grande del orbe y en su piso están marcadas las dimensiones de otras iglesias del mundo. Es la basílica que se encuentra en el Estado de la Ciudad del Vaticano, reconocido como independiente en 1929. De acuerdo con la tradición, fue construida en el lugar donde está sepultado el apóstol Pedro.
San Juan de Letrán es la segunda basílica en importancia. Fue la primera iglesia que se construyó en Roma, cuando el Emperador Constantino aceptó el cristianismo en el Imperio Romano, en el Siglo 4. Además, es la Catedral, pues es la sede del Papa como Obispo de Roma.
Santa María la Mayor es el primer templo dedicado a la Virgen María en el mundo. El Papa Liberio lo mandó construir en el Monte Esquilino, porque se le reveló en sueños que lo hiciera donde nevara el 5 de agosto del año 358, lo que es conocido como “el milagro de la nieve”. En la capilla Borghese se encuentra el cuadro bizantino de la Virgen, conocido como “Salus popoli romani”.
San Pablo Extramuros se levantó en el lugar que está el sepulcro del apóstol Pablo. Se le llama Extramuros, porque estaba construida fuera de las murallas de Roma, en aquel tiempo.
Hemos hablado de las cuatro basílicas para centrarnos en Santa María la Mayor, pues ayer se conmemoró la milagrosa nevada de agosto del 358, con una ceremonia presidida por el Papa Francisco exhortando a vivir en paz, donde caen pétalos de rosas blancas desde el techo para recordar la nevada.
Hoy se cumplen, también, 79 años de la bomba atómica sobre Hiroshima.
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