Iniciamos ayer la semana con una jornada negativa para las principales bolsas de valores del mundo. El mercado de valores estadounidense vivió un lunes dominado por las ventas provocado por temores a que la desaceleración económica se convierta nuevamente en crisis, a partir de diversos factores. El Nasdaq y SP500 presentaron su peor desempeño desde el 12 de mayo, o hace poco más de cuatro meses. Para el Dow Jones fue la segunda peor jornada en el mismo periodo. El Dow Jones y SP500 registraron también su peor puntaje desde mediados de julio.
Los inversionistas pasaron de evaluar una desaceleración económica a temer el origen de una nueva crisis, luego que el gigante inmobiliario chino Evergrande se acerque peligrosamente al impago de sus obligaciones financieras. Ello se suma al posible impasse si no se resuelve el tope de deuda estadounidense por parte de los legisladores y la perspectiva de que la política monetaria acomodaticia acabe pronto.
La pandemia no ha dejado de ser factor, ya que continúa impactando el desarrollo de la actividad productiva alrededor del mundo. Esto sucede además tras la alta confianza mostrada por el mercado a lo largo del año, con decenas y decenas de máximos para los tres principales índices, por lo que las buenas noticias que pudieran surgir tal vez ya están descontadas.
En México, las bolsas de México cerraron dominadas por las ventas, en correspondencia con los mercados globales, que ven cada vez más factores que pueden arruinar la recuperación tras la crisis de la pandemia. Los indicadores hilaron sus peores desempeños en los últimos 12 días de intercambio y acabaron el lunes con su puntaje más bajo desde el 23 de julio.
Los mercados globales pasaron de evaluar la profundidad de la desaceleración a temer una crisis, que podría desencadenar la inmobiliaria china Evergrande, que podría incumplir sus obligaciones financieras. Además, tanto en México como en Estados Unidos parece que se acerca el fin de las tasas de interés bajas y política monetaria de estímulo, a partir de una inflación que no ha cedido terreno por meses.
En asuntos energéticos, tenemos que los precios del petróleo cayeron por segundo día al hilo y tuvieron su peor jornada desde agosto, debido al fortalecimiento del dólar por la creciente aversión al riesgo en los mercados de valores. Así, el precio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 1.68 dólares para colocarse en 70.29 dólares, mientras que el precio del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 1.42 dólares para cotizarse en 73.92 dólares el barril.
El precio de las materias primas fue presionado porque el dólar estadounidense, que es visto como un refugio seguro, aumentaba su valor a medida que las preocupaciones sobre la solvencia del gigante inmobiliario chino Evergrande asustaron a los mercados de valores. Un dólar más fuerte encarece el precio del petróleo en dólares estadounidenses para los tenedores de otras monedas y, en general, refleja una mayor aversión al riesgo que tiende a afectar los petroprecios.
Por otra parte, los inversionistas también evaluaron el regreso de la producción de petróleo del Golfo de México en su zona estadounidense tras el paso de dos huracanes. Pero hasta el viernes, las empresas productoras tenían solo 23 por ciento de la producción de crudo fuera de línea, o un poco más de 422 mil barriles por día.
En temas cambiarios, observamos que este lunes el peso mexicano cerró en su nivel más débil en tres semanas, ya que los inversionistas temen que el posible quiebre de una empresa inmobiliaria china provoque disturbios en los mercados globales. De acuerdo a los registros de Banco de México, el tipo de cambio interbancario cerró en casi 20.19 unidades por dólares, lo que representa una depreciación de la moneda mexicana de más de 15 centavos respecto a su cierre previo del viernes.
La moneda azteca descendió 0.8 por ciento, su segundo peor desempeño diario en lo que va del mes. En tanto, el índice dólar o DXY, que mide al dólar frente a seis rivales, subió 0.10 por ciento para operar en 93.29 unidades, su nivel más fuerte en un mes. Los operadores del mercado demandaron dólares estadounidenses debido al nerviosismo generado por el futuro de la empresa inmobiliaria china Evergrande, la cual ha dicho que no será capaz de cumplir con sus obligaciones de pago de deuda que tiene en esta semana.
De acuerdo con analistas, la deuda de Evergrande representa alrededor de 2 por ciento del producto interno de China y sus principales acreedores son bancos, ahorradores e inversionistas internos, con bonos de la empresa en posesión “offshore” en diferentes partes del mundo. En suma, también existe cautela entre los inversionistas a unos días de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal.
Se espera que el próximo miércoles la autoridad monetaria estadounidense actualice sus proyecciones económicas, así como el diagrama de puntos de la tasa de interés, el cual es seguido de cerca para evaluar el futuro de las medidas monetarias. De hecho, si hay más participantes del Comité de Operaciones de Mercado Abierto visualizando un incremento de la tasa de interés para 2022, el dólar estadounidense hipotéticamente seguiría fortaleciéndose. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes
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