¿Y los planes de gobierno? (3)

    Un gobierno ordenado, con visión de estado y de futuro, estaría impulsando regionalmente la agricultura, la ganadería, la fruticultura, la pesca, la industria primaria y secundaria, la minería, la industria turística, la construcción, el transporte, el comercio, la exportación, los puertos de altura y de cabotaje, la educación superior y técnicas, los servicios de salud, etc.

    Perdonen los amables lectores de Noroeste y de esta columna por insistir en el tema de Planes de Gobierno, pero es que en las campañas electorales los candidatos no sólo no profundizaron en algunos temas de alta importancia social como el de seguridad, ecología, educación, sino que prácticamente ignoraron muchos más como el desarrollo regional tanto de los altos de Sinaloa como de las costas y de las ciudades; poco se habló de política de desarrollo poblacional y también poco sobre la capacidad exportadora del Estado; algo se dijo, pero no mucho, sobre la calidad de vida, excepto sobre el aspecto de salud ante la presencia de la pandemia.

    Política Poblacional._ Nuestras ciudades principales empiezan a manifestar problemas de crecimiento, de falta de servicios, de capacidad para recibir, integrar, ocupar y dar servicios a la inmigración proveniente de los altos del Estado o de otros estados, lo que provoca cinturones de miseria, la invasión de terrenos públicos y privados, la violencia y la desintegración familiar.

    Nuestros gobernantes debieran estarse preguntando sobre los inconvenientes de un crecimiento horizontal de las ciudades, extendiendo los servicios públicos de agua, luz, drenaje, pavimento, escuelas, seguridad, etc.; o bien, promover un crecimiento vertical con edificios multifamiliares, concentrando los servicios públicos pero transformando la convivencia familiar y social; o tal vez buscar como política un crecimiento combinado, pero planeado por las autoridades, con orden y cuidado.

    Una alternativa sería, como ya se ha propuesto, promover el desarrollo de las poblaciones medianas y pequeñas como La Cruz, El Rosario, Escuinapa, Guamúchil, Juan José Ríos, etc., llevando servicios urbanos a tiempo; impulsando a nuevas empresas a instalarse en ellas; estableciendo escuelas técnicas y profesionales; promover actividades culturales, seguridad y salud, en tal forma que los ciudadanos, en lugar de congestionar las ciudades grandes ya casi saturadas, se establezcan en las ciudades medianas y pequeñas.

    Otra alternativa es la de desarrollar el campo sinaloense, también llevando seguridad, educación y oportunidades para los campesinos, con caminos, apoyo a la ganadería mayor y menor; mejorando la agricultura de temporal con buena semilla, fertilizantes y en su momento, buenos precios para sus productos y estimulando otras actividades como la silvicultura, la fruticultura, huertos familiares, piscicultura en presas, represas y granjas piscícolas, la minería, etc.

    El desarrollo de las exportaciones._ Pocos candidatos han mencionado el enorme potencial del Estado en su capacidad y variedad de productos de exportación que se tiene. Sinaloa exporta o puede exportar: hortalizas, garbanzo, algodón, cacahuate, camarón, atún y otras especies marinas, minerales metálicos y no metálicos, frutales, flores, ganado en pie, en canal o en trozos, azúcar, mieles y servicios turísticos de diversión marítima, de arqueología, paisaje, monumentos coloniales, de salud y de caza y pesca. Para todo ello se requiere todo un plan de acción con presupuesto y estructura que facilite y abarate la producción, transporte y comercialización en el extranjero de todas estas posibilidades.

    Se trata de aprovechar los alrededor de 650 kilómetros de costa y litoral marino, las más de 220 mil hectáreas de lagunas, litorales y más de 50 mil hectáreas de aguas continentales y de los 58 mil kilómetros cuadrados de territorio, de los cuales el 23 por ciento es susceptible de aprovecharse en agricultura; el 45 por ciento para agostadero; el 16 por ciento con recursos forestales y el resto serían terrenos incultos, caminos y zonas urbanas.

    Ya no se menciona el concepto de Desarrollo Regional, a pesar de que las características del Estado se presta y casi obliga a ello, por su configuración longitudinal y las zonas de montaña, media montaña y llanuras y costas. La zona del norte muy agrícola, la del centro agrícola y comercial y la zona sur turística y comercial; la olvidada zona de los altos y la pujante zona de la costa con agricultura y pesca.

    Un gobierno ordenado, con visión de estado y de futuro, estaría impulsando regionalmente la agricultura, la ganadería, la fruticultura, la pesca, la industria primaria y secundaria, la minería, la industria turística, la construcción, el transporte, el comercio, la exportación, los puertos de altura y de cabotaje, la educación superior y técnicas, los servicios de salud, etc.

    En fin, este nuevo gobierno que va a entrar tiene mucho trabajo, pero también tiene mucha tela de dónde cortar.

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