Ya encarrerados

La clase política, y me refiero a todos los partidos que desgraciadamente mantenemos, es muy eficiente para encontrar más y más formas de poner en evidencia que no son más que una bola de zánganos y que buscan el poder no para servir al pueblo, sino para aprovecharse del hueso y enriquecerse ilícitamente.

Hace años que perdieron la vergüenza y les tiene sin cuidado lo que los ciudadanos pensemos y digamos de ellos. No tienen el menor sentido de la decencia y bajo el lema de que “al cabo al rato se les olvida” siguen y siguen haciendo de las suyas.

Uno de los remedios que tenemos los ciudadanos para castigar a este tipo de holgazanes y corruptos es obviamente ejercer nuestro derecho al voto y sacarlos a patadas del gobierno.

El problema es que son tan malos el pinto como el colorado y no hay a cuál irle. Terminamos votando por el menos malo y eso hace que se envalentonen, pensando que pueden regresar o mantener el poder infinitamente, cometer todo tipo de abusos y transas y nunca les pasara nada.

Otra opción que tenemos, y que en el papel suena muy bien, es perseguir jurídicamente a esos políticos ratas mediante denuncias por faltas administrativas, para lograr que los inhabiliten, los metan a la cárcel y reparen los daños económicos que le hayan causado al ayuntamiento.

Aquí el problema es que, para que lo que acabo de decir funcione, es necesario que la institución que va a conocer de las denuncias por faltas administrativas, que en el caso del ayuntamiento es el Órgano Interno de Control (OIC), este encabezada por una persona imparcial, honesta y con experiencia en esa materia.

Si el OIC está encabezado por un corrupto, pues obviamente va a proteger a los demás corruptos, sobre todo a los que le hicieron el favor de darle el hueso. No se van a dar un balazo en el pie ellos solitos.

En Mazatlán, el primer titular del OIC fue Rafael Padilla Díaz (RPD), nombrado en el periodo de Fernando Pucheta.

Al menos para los que litigamos constantemente en materia de responsabilidad por faltas administrativas y llevamos asuntos ante el OIC, es claro que RPD no reunía, ni reúne, el perfil para ser titular del OIC, por dos cosas muy sencillas: la primera, porque no tenía la menor experiencia en esos temas y no cumplía con uno de los requisitos que se exigen en la ley para ser titular del OIC; y la segunda, porque tiene varias denuncias por faltas administrativas y denuncias penales en su contra.

Las resoluciones que ha dictado RPD, cuando llega a dictarlas, dejan mucho que desear y las sanciones son una vacilada, comparadas con la gravedad de las faltas.

Y eso se entiende, RPD no fue puesto en el OIC para investigar y sancionar. Le dieron ese hueso para servir de tapadera a sus jefes, a los que lo controlan y a los que les debe el puesto, quienes seguramente le saben todos sus secretos, con los que lo tienen bien agarradito.

Después de una buena batalla jurídica, la ex Síndica Procuradora (SP) logró que el Cabildo nombrará a otra persona como titular del OIC, destituyendo a RPD.

Haciendo uso de su derecho, que debe reconocérsele, RPD acudió a tribunales a combatir la decisión del Cabildo y ganó, pero no para que lo reinstalaran sin más ni más, sino para que el Cabildo revisara, dentro de sus atribuciones, si ratificarlo por otro periodo más, sin que la ex SP lo propusiera para el puesto, era o no era legal.

Ya encarrerados los ratones del Cabildo, y sin el menor asomo de vergüenza, se acaban de aventar la puntada de reinstalar a RPD como titular del OIC, sin importarles que no haya sido propuesto por la ex SP, y sin importarles las denuncias que se han presentado en su contra.

Obviamente que lo que acaba de hacer el Cabildo puede ser combatido en tribunales, lo puede hacer tanto el ahora ex titular del OIC que fue removido al nombrar de nuevo a RPD, como cualquier organización ciudadana o ciudadano que haya presentado denuncias ante el OIC por faltas administrativas.

Sin duda la lucha contra lo que acaban de hacer los ratones del Cabildo que reinstalaron a RPD se va a dar, pero mientras se obtienen los resultados en los tribunales, es conveniente que los ciudadanos tomemos nota mental de lo que acaban de hacer, para cobrárselo en las próximas elecciones.

Si seguimos votando por los mismos, vamos a seguir obteniendo lo mismo. Políticos rateros, prepotentes y represores, que solo quieren robarse el dinero público.

Les digo, ya encarrerados los ratones del Cabildo, les vale lo que piensen de ellos. A ver si tan valientes cuando los traigan en friega en los tribunales por las cochinadas que han hecho.