"'Ser mamá es darte en todo lo que los hijos necesiten': Yolanda Fuentevilla"

"Por cumplir el gusto de su hijo mayor hizo su primer pastel de chocolate, que fue la raíz de la empresa familiar que hoy dirige"

    Yolanda Fuentevilla
    Propietaria de Dolce Mami 

    Hace 20 años Luis Fernando, hijo mayor de Yolanda Fuentevilla, le pidió que hiciera un pastel de chocolate, cosa que ella nunca había hecho, pero intentó hasta que le salió y así inició su historia en el mundo de los postres horneados.
    Se perfeccionó de tal manera en el pastel de chocolate, que su hijo se lo pedía para regalarlo en cumpleaños de amigos y reuniones, y las amigas de Yolanda comenzaron a mandárselo a hacer.
    "Me empecé a enrolar en lo de los pasteles, pero era difícil porque vivía lejos y las amigas que me los encargaban tenían que ir a recogerlos, además debía de tener dinero para los ingredientes", recuerda Yolanda.
    Hace cuatro años, el dueño del local de su primer establecimiento la llamó para decirle que lo tenía en renta, y con ayuda de otros lo instaló. Su hijo mayor le dio la vitrina, una amiga le puso una puerta y otra el aire acondicionado.
    "Ahí veo la mano de Dios en la primera pastelería, pero también en todo porque siempre la puse en sus manos para que Él la manejara. Así que el éxito es de Dios y no mío", sonríe satisfecha.
    "Además debes tener una meta. Primero lo hice por mi mamá, de quien me encargo totalmente, y de una tía soltera. Me convertí en mamá de mi mamá. También por mi hijo más chico, no estudiaba y me preocupaba qué iba a ser de él".
    De esa manera solucionó dos situaciones: la manutención de su mamá y su tía, y encarrilar a su hijo Tomás a una actividad productiva, aunque después ingresó a la universidad donde estudió Comercio Internacional.
    "Ser mamá es darte en todo lo que los hijos necesitan y hasta en lo que sientes que no necesitan, pero que una como mamá sabe. Por eso pensaba en encarrilar a mi hijo con este negocio, por si no estudiaba, pero ya tiene una carrera", comparte con alegría.
    Reconoce el esfuerzo de las madres que trabajan, pues cuando sus hijos estudiaban, ella tenía que hornear pasteles en la noche para descansar en la mañana, pero la situación es diferente para otras mujeres.
    "Dentro de las mujeres que trabajan me siento privilegiada, pues veo que las que trabajan conmigo dejan a sus hijos encargados para llegar a tiempo al trabajo, y al salir se ocupan de ellos en casa y del marido. ¡Las admiro tanto!", reconoce.
    Pero admite que su trabajo es muy absorbente y a veces no festeja fechas como Navidad o Año Nuevo, pero acostumbran hacerlo un día después. Para ella el Día de las Madres es el más ocupado.
    "Para nosotros, como familia, no hay Navidad ó 10 de mayo. Por ejemplo, el Día de las Madres es el más ocupado. Llevo a mi mamá a los tacos, a cenar para que ella salga, pues yo termino agotada ese día", comenta.
    ¿Entonces cómo va a festejarlo este año?
    "Haciendo muchos pasteles y endulzando las casas de muchas mamás ese día", responde con una franca sonrisa y los ojos iluminados.

    FAMILIA
    Hijos: Fernando Luis, María Fernanda y Tomás
    Esposo: Fernando Luis Fuentevilla Marrufo