"Toda una señorita Gabriela Villegas Mendívil"
Un emotivo banquete eucarístico, que se efectuó en el sagrado recinto de Nuestra Señora del Rosario, sirvió de marco para abrir el grato festejo con que Francisco Javier Villegas Ontiveros y Silvia Gabriela Mendívil de Villegas festejaron los primeros tres lustros de dichosa vida de su hija Gabriela.
En las primeras filas del majestuoso templo oraban: Rafael Antonio Villegas Murguía, Rosalva Ontiveros de Villegas, Abelardo Mendívil Zazueta y Silvia Arriaga de Mendívil, abuelos de la jovencita cumpleañera.
También acudieron a asistirla con buenos augurios sus mejores amigos, que al final quisieron congelar su compañerismo y enorme cariño en infinidad de placas fotográficas junto a ella.
Abelardo Mendívil Arriaga y Verónica Villegas Ontiveros asistieron en calidad de padrinos y profesaron su apoyo espiritual a su sobrina, en todo momento.
Gabriela irradiaba felicidad, su delicado maquillaje y la prenda en tono azul grisáceo que eligió para acudir a la ceremonia eucarística conjugaba perfecto con el ramo de rosas blancas y lirios rosados, con que se acompañó.
Y como toda incursionista en el mundo de los accesorios para damas, elevó su estatura unos centímetros más, apoyada en elegantes tacones, que al llegar al lugar sede del festejo olvidó para divertirse a lo grande con sus mejores amigos. Ese fabuloso sitio fue la residencia de los Mendívil Arriaga.
En la cocina, desde temprana hora, se instaló la muy dinámica Lupita Camberos de Hernández, para agasajar el paladar de los asistentes.
La música que los anfitriones aplicaron al festejo de su quinceañera hizo danzar a la concurrencia durante muchas horas. Todos sus amigos dijeron: "¡salud, por ti, Gabriela!". Y ella, simplemente se dejó consentir!