‘Cuando me quedé viuda, con 4 hijos, pues empecé a trabajar más’

ESCUINAPA._ Para mantener a su familia, a ningún trabajo le ha sacado la vuelta.

Por eso, María de Lourdes Orozco Villanueva teje sillas y lo mismo dirige una cuadrilla de hombres para que el corte de mango en las huertas sea correcto.

Tiene 38 años, pero 22 de éstos ha trabajado en el campo, donde inició como cualquier mujer de las que van a plantar chile o cosecharlo, hasta que hace 14 años empezó a ser caporala.

Este rango laboral antes solo era para los hombres, pero en las últimas décadas ha sido un trabajo que organizan las mujeres.

“Cuando me quedé viuda, con 4 hijos, pues empecé a trabajar más, tejo sillas, hago tamales, en lo que puedo trabajar, hay que echarle ganas”, expresa la caporala.

Llevar a trabajar una cuadrilla de 14-15 hombres no es difícil, hay entendimiento, hay apoyo de parte de ellos, ella prácticamente está dedicada a supervisarlos.

Revisa que el mango que se corte tenga el tamaño adecuado para el empaque, que sea cortado con precisión y que no quede nada en los árboles, así pasa árbol por árbol.

Tuvo qué empezar a conocer el fruto, el maduro no sirve para llevarlo a empacar, ese debe irse a la industria del jugo, pero también tiene que reunir características como no estar golpeado o abierto, así no sirve, explica.

“Me gusta mucho mi trabajo, aquí no estamos estresados, somos libres, ganamos lo que queremos y trabajamos lo que queremos, cuando se acaba el corte de mango nos vamos a plantar el chile o el tomatillo”, expresa.

Ir al campo no le molesta, esto es ya parte de su vida, a veces como jefa tiene que entrarle a cortar o apoyar mientras se ‘charaquea’ por parte de algún jornalero.

“Charaquear” significa que el trabajador se suba al árbol con una lata y coloque una canasta amarrada cerca del árbol, esa canasta será llenada del fruto, que así pasará hacía las jabas, limpio, sin golpes.

Aunque es extenuante, trabajar en el campo, es también gratificante, no hay día igual, lo mismo se encuentra un escorpión, explica, que una culebra que les da color en el día.