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Columna

El primer año de vida es determinante

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

    Es determinante en todo sentido, pero la primera cosa que necesita el bebé es alimentarse, en el primer año de vida se establecen todos los modelos y pautas que seguirá el resto de su vida, en lo que toca a alimentarse no es diferente y lo que aprenda en ese momento respecto a la comida lo acompañara el resto de su vida: si vamos a ser gordos, flacos, melindrosos, etcétera. Alrededor del modelo de alimentación que hagamos con nuestros hijos, se da el primer modelo de afecto y comunicación.

    Si se le satisface y alimenta cuando lo necesita, el niño aprende que el mundo es justo y seguro, si le cambiamos el pañal cuando es necesario, le estamos enseñando que el mundo es limpio. Si cumplimos con sus horarios, le estamos enseñando que el mundo es ordenado... y es así como se establece la confianza o desconfianza básicas en la vida del niño.

    Entonces en el primer año de vida es muy importante también estimular gradualmente a los niños lo que nos conduce a hablar sobre el afecto, la estimulación y la motivación. Si un bebé pasa horas en un corralito o en su cuna sin que nadie le preste mucha atención, ni le hable con cariño, ni le ponga en posibilidad de moverse, más allá de ese espacio, crecerá inseguro y tardará muchísimo en lograr lo que otros niños de su edad, su motricidad no será adecuada, le faltarán los patrones en su cerebro.

    Las madres que pasamos más tiempo con ellos tenemos la obligación de enseñar a nuestros hijos antes que nada el AMOR que va íntimamente relacionado con el afecto. El afecto a su vez se relaciona con las caricias, el tacto y la presencia. Todo esto es una necesidad básica para los seres humanos que debe ser satisfecha por la madre desde el momento que nacemos, y no es que cueste mucho trabajo lo normal es que las madres así lo hagan por naturaleza, pero pueden atravesarse muchas cosas como que tiene que trabajar porque si no, no comen, y muchas más veces por la inmadurez de la madre, que solo estaba jugando y no tenía pensado ser madre o fue violada y de entrada no lo quiere como si tuviera la culpa el bebé, o simplemente quiere seguir haciendo la misma vida de antes.

    Es tan importante que la falta de afecto o de caricias puede provocar un retraso mental en el niño y en el adulto, incapacidad para relacionarse con su pareja, pues no sabrá acariciar, besar o abrazar. Todo lo aprendemos en edades muy tempranas a través de nuestras madres y para eso se necesita estar.

    El primer modelo de afecto y comunicación se da a través de la alimentación con el pecho de la madre, que al hacerlo regularmente estará también sentando las bases para la confianza que el bebé tendrá después hacia la vida. Deberá hacerlo con placidez y una sonrisa, pues también los gestos y tonos de voz son captados por el bebé y le dan tranquilidad. El padre por su parte, además de transmitir afecto da seguridad y confianza con su presencia. Seguridad física (cuando se siente en peligro) y emocional (alguien que lo quiere está pendiente de él) la constancia ayuda a que el hijo sabe que puede contar siempre con sus padres de manera incondicional cuando necesita su ayuda o apoyo.

    Quiere decir que esta clase de cosas no dependen de que tengamos tiempo, no estemos cansados o tengamos ganas, son la clase de cosas del sí o sí. Y es más importante que el negocio, el trabajo, que la casa esté brillante, se deja el trapito y el cucharón, el teléfono o la computadora, se deja todo, lo importante es la formación del nuevo ser humano.

    Los niños tienen la necesidad de ser estimulados en los cinco sentidos para desarrollar una inteligencia normal: oído, tacto, gusto, vista y olfato. No pensemos que por ser muy pequeños no entienden y no tiene sentido hablarles, cantarles y leerles, el lenguaje no solo transmite ideas, sino también sentimientos y emociones, es muy importante que se les hable utilizando siempre un tono dulce y pausado, aprenderá a relacionar palabras con cosas o hechos y tendrá un vocabulario amplio sin que se den cuenta, de repente comenzará a usarlo, no solo facilita el aprendizaje del idioma sino creará una relación más estrecha con su madre y su padre si lo hace también.

    El tacto: que ya se dijo, es importante porque desarrolla la capacidad de acariciar también para distinguir formas y texturas se consigue dejándoles jugar con arena, lodo, animales, juguetes, agua, todo, no importa que se ensucien y las bacterias que atrapen ayudarán a su sistema inmunológico, no hay que hacer drama solo cuidar, estar para impedir que se metan en la boca cosas peligrosas o las toquen como enchufes, hay que estar. Luego sigo.

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