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Columna

FACTOR HUMANO: Crisis editoriales y de lectores

Hora de cuestionar el dilema ¿Sobrevivir publicando banalidades o crear valor en los lectores? ¿Qué prefieres tú lector?
FACTOR HUMANO
13/03/2021

Nuevas oportunidades

Para que las crisis se conviertan en oportunidades debe haber un aprendizaje, de otro modo seguirán hasta que no cambie su percepción. Los aprendizajes significativos modifican la percepción, entonces suceden los cambios de actitudes, de valores, los hábitos y la conducta. Si no cambia tu percepción puedes cambiar las formas pero no el fondo. Los aprendizajes serios cambian nuestra forma de ver las cosas: se empieza a ver lo posible en lo imposible; es decir, empiezas pensar distinto. Justo de eso se tratan las crisis.

Imposibles superarlas en la negación, culpando o añorando mejores tiempos. Quizás a eso se debe tanta evasión evidenciada en la adicción a los celulares y a las pantallas, debajo hay conflictos emocionales, existenciales y económicos, la gente busca distraerse y está mal habituada.

¿Qué pueden hacer los medios?

Los periódicos luchan por sobrevivir, preocupados por retener y atraer clientela publican lo que ellos creen les interesa a sus lectores basados en el número de clics. Pero cuidado con esos indicadores, Televisa se durmió en los laureles de su alto rating asfixiándose con su vacía y tonta programación, la misma que abunda en la prensa latinoamericana ahora, creían que lo hacían bien hasta que el agua les llegó al cuello rápidamente.

En lo que percibo hay tres factores que sacuden a la prensa actual: una que le llamo zona de incertidumbre: el vacío entre lo publicado y lo que aparentemente les interesa a los lectores; otro conformado por los no lectores, entre ellos muchos universitarios que ni siquiera los conocen, y el último la competencia por atraer y retener clientela de parte del ‘streaming’, el Internet y las redes; los celulares inteligentes aceleraron su crisis desde 2007. La prensa ha ido dejando un vacío: informar y formar opiniones, lo vemos en la poca publicidad agravada por el gobierno mexicano que favorece a dos: La Jornada y Uno más Uno.

¿Qué hay detrás?

¿Hay crisis editoriales o crisis de lectores? El 27/feb/2020 a inicios de la pandemia con la bolsa derrumbándose, el escritor argentino Martin Caparrós publicó una editorial en el N.Y. Times cuestionando la crisis de la prensa, analizó las notas más leídas de los principales diarios de México, Perú, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Venezuela ¿Qué encontró?

“En 30 noticias, un tercio tratan de crímenes, casi otro tercio de farándula, uno sobre la economía. No hay una sola sobre un tema seriamente político, ni una sola sobre otros países o sobre los cambios sociales, ni un análisis, ni un reportaje, ni una investigación. Quiero decir: nada de todo lo que podría enorgullecer a un periodista... No querría ser el editor de un diario latinoamericano, sabiendo que mis lectores favorecen, ¿esperan?, este tipo de notas, sabiendo que si hago este tipo de notas me va a ir mejor en mi carrera”.

Para dar vergüenza. No nos extraña que mientras la gente se distrae con banalidades las economías latinoamericanas se debaten con pésimos políticos, la pobreza y la ignorancia y sorprende aún más lo que prefieren leer los alfabetos, los otros votan poco y son comprados.

¿De quién es la culpa?

¿Del periodismo o de los lectores? Caparrós añade “la primera tentación de muchos editores es acercarse a sus lectores llenando nuestros diarios de notas cada vez más chabacanas o más sangrientas o más tontas para seducirlos. La otra elección es ir contra la demanda de lo que los clics muestran, ofrecerle lo que creemos importa, lo que años de aprendizajes y experiencias nos enseñaron que debíamos contar, y seguir creyendo que algún día empezarán a valorarlo. Y, si no, al menos habremos hecho lo que creíamos que teníamos que hacer”.

La prensa que quiera trascender debe salir de la trampa de la sobrevivencia publicando lo que abunda en internet: trivialidades. De otro modo el efecto Televisa los asfixiará.

Liderazgo

Hace mucho visité Creel, entonces un poblado muy chico en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, Mx. el párroco jesuita ponía todas las tardes música clásica con altavoz, muchos indígenas acudían y noté que la disfrutaban, lo hacían porque estaban familiarizados con ella. ¿Por qué no se oye música clásica en los poblados? Porque no se conoce ni se acostumbra. Ahí aprendí que el emisor, los medios, pueden enriquecer la cultura mejorando su contenido. La gente termina valorando lo que importa, no es tonta, por eso la TV perdió su espacio.

Noroeste está trabajando mucho pero no basta solo cambiar el formato, urge enriquecer su contenido y más aún su forma, para eso necesitan salirse de la pecera donde nadan, hay talento desperdiciado en quienes publican la sección cultura y espectáculos. Su éxito dependerá como manejen lo que llamo la zona de incertidumbre. La pandemia vino para despertarnos.

paulchavz@gmail.com

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