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"COLUMNA"

"FACTOR HUMANO: El contacto íntimo"

"Las esencias se descubren en el silencio, poniéndoles atención y curiosamente silenciando los pensamientos"
FACTOR HUMANO
20/02/2021

Nos salva el conectarnos, nos arruina el aislamiento. Se puede estar aislado rodeado de muchedumbre, aún en medio de abrazos.

Paradójicamente nos abrimos al mundo, a los demás, al conectarnos con nosotros mismos. En el corazón y en la mente de cada uno está la llave, no afuera. Y buscamos por fuera.

El contacto con la realidad

Con los demás, con la naturaleza, con el trabajo, con todo, se da en la intimidad de cada uno. Nos conectamos al hacer contacto con las esencias, nadie quiere ser confundido ni criticado, todos buscamos ser aceptados como somos, incluso la flor ahí espera ser tomada en cuenta para deleitarnos y el perro para sonreírnos.

Las esencias se descubren en el silencio, poniéndoles atención y curiosamente silenciando los pensamientos. Una mente ruidosa lo impide. La mente nos saca de la realidad sin darnos cuenta, inmersos en los pensamientos somos arrastrados por su corriente incontrolable y terminamos en puertos inesperados y desconcertantes. Entre más nos conectemos más nos encontramos.

Joaquín Sorolla "Niño Durmiendo en la barca"

¿Qué nos contacta?

La conciencia. Estar conscientes es estar abiertos a la experiencia de lo que ocurre en el momento. Cuando tomamos conciencia en realidad conocemos. La conciencia enciende el conocimiento, de otra manera este se convierten en mera información. Cada día captamos sobrada información, la mayoría entra por las noticias y lo que vemos en el celular. Las esencias entran cuando te das cuenta, con los ‘eurekas’, que tú descubres; de otro modo nos perdemos en el bosque de tanta trivialidad, la mayoría inútil. Escribe el poeta:

¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?

¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?

¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?

Los ciclos celestiales en veinte siglos

Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.

T. S. Eliot. Choruses from “The Rock”

El mayor descubrimiento

Impulsados por la curiosidad, obsesionados por la información, no terminamos de descubrir que lo que más importa no es saber: es darnos cuenta.

En esa medida el mundo cobra vida, las esencias aparecen detrás de las formas, nosotros mismos aparecemos: el Tú se vuelve más real y el Yo más auténtico.

La honestidad es la aceptación de nuestra realidad, no esperamos perfección de nadie, solo honestidad, es decir, asumir nuestra realidad tal como es sin tapujos. Al irnos conociendo vamos desnudando el alma de nuestras falsas creencias e identidades, ese autodescubrimiento facilita el descubrimiento del otro, limpia la mirada.

La honestidad revela amor a la verdad y esto nos conecta efectivamente. Todos buscamos la verdad, todos buscamos el amor, todos buscamos el bien, aun el delincuente que roba para obtener ‘un bien’. La conciencia nos hace ver que ese bien subjetivo, esas cosas secretas, son bienes aparentes. Y un día descubrimos que lo aparente causa mucho sufrimiento.

Hombre dentro de una burbuja gigante.

 

¿Por qué nos desilusionamos?

Planteemoslo de otra manera ¿Duele la realidad? Si, en efecto duele la cachetada pero duele más la interpretación que le damos, de ahí nuestra reacción. La vida nos reparte dolor inesperadamente pero nosotros cultivamos el sufrimiento, cuando nos resistimos al dolor sufrimos. El dolor duele menos al aceptarlo y se soporta mejor. El sufrimiento en cambio viene de la mente y eso lo hace irracional. Sí, la irracionalidad viene de los pensamientos, de la confusión, no del conocimiento.

Lo que duele son las ilusiones que nos hemos hecho de la realidad y no se dan, las expectativas, lo que creíamos merecer, lo que creíamos poseer, todo eso duele más que los acontecimientos. De tal manera que al despegarnos y desnudarnos de las falsas creencias y rendir nuestras expectativas, cosa nada sencilla, y más aún rendir el juicio, nos liberamos.

La realidad paralela

Vaya se dice fácil, pero justo en la mente creamos una realidad paralela a la que damos más peso, en ella buscamos atajos, andamios, tapancos provisionales para construir nuestra felicidad. Por eso cuando los hechos se estrellan con fuerza como las olas en las rocas nuestro mundo se desbalancea y se derrumba. Eso es lo que más nos duele.

La mente nos mata más que la vida. El cambio el tomar conciencia nos revive. ¿Y cómo lo hacemos? cada uno tiene su estilo. Lo que todos sabemos es que atendiendo este preciso momento la vida cobra vida. En el momento en que atendemos con los cinco sentidos despertamos la conciencia, el hecho mismo de experimentarlo nos conecta; justo se silencian los pensamientos cuando la conciencia se activa. Ella no necesita palabras, tiene otro truco mejor: se da cuenta de que se da cuenta.

Justo ahí aparece el Yo auténtico, tomamos conciencia de él al estar conscientes. Es ahí cuando tomamos el control, cuando las esencias entran y desfilan revelándose silenciosamente en la intimidad.

En realidad no necesitamos saber tanto, necesitamos más estar conscientes y permanecer así más tiempo. Esto es lo que realmente nos salva porque nos damos cuenta del error y la verdad está ahí para bendecirnos, solo tenemos que descubrirla saliendo de la mente.

paulchavz@gmail.com

 

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