JERUSALÉN, Israel (UNIV)._ Cuando la escritora Liliana V. Blum se enteró por casualidad de la convocatoria al concurso literario organizado por el Centro Israelí de Comunidades Latinoamericanas se puso a escribir sin pensar en el triunfo, pero, cuando se enteró que acaba de ganar, pensó diferente del promedio de la gente.
La exhortación era a escribir sobre "el conflicto", lo cual fue interpretado casi por todo el mundo aquí como una referencia a la situación de tensión y violencia entre israelíes y palestinos.
La autora mexicana nacida en Durango y residente hoy en Tampico, lejana físicamente de Oriente Medio, lo interpretó de otra forma.
De todos modos, sintió que viniendo la convocatoria de Jerusalén, sus personajes deberían ser judíos.
En su búsqueda, recordó un discurso de cariz antisemita pronunciado en diciembre de 2006 por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, averiguó que tuvo un asesor considerado nazi y se enteró de que en Caracas gobernó una vez un Presidente que permitió el ingreso a dos barcos que traían refugiados judíos de la Segunda Guerra Mundial, lo cual les salvó de la muerte.
El jurado estuvo encabezado por el escritor israelo-argentino José Luis Najenson, él mismo autor en español, premiado en diversas ocasiones en variados certámenes. Para Cicla, la obra de Liliana V. Blum fue una revelación, quizás ante todo por la sorpresa de haber contado con una participación destacada de una escritora que no reside por estos lares.

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