La Fórmula de la Felicidad: Una vuelta al Sol... confinados

En nuestra columna anterior aceptamos que, a casi un año de irnos a casa, se modificaron muchas de las situaciones que suceden en el día a día, en nuestras relaciones.

Los que formamos parte de la responsabilidad de formar desde la educación a las futuras generaciones, debimos experimentar el proceso de salir del “confort del aula presencial” para descubrir las nuevas oportunidades del aula virtual.

Casualmente, al cumplirse un año de haber salido de nuestro campus con una caja de archivo muerto repleto de papeles urgentes y un futuro lleno de incertidumbre, iniciamos el “Taller de los retos de la educación a distancia”.

Este es un espacio al que invitamos de forma gratuita a todos los profesores para compartir aprendizajes de un año lleno de experiencias, que van desde cuestiones de apoyo y recursos tecnológicos, hasta cómo sustituir o reforzar la sociabilización, el mentoreo y la observación cercana de los comportamientos y actitudes del alumno.

Seguimos reforzando el cómo apoyar los procesos de regularización que demandan mucho seguimiento por parte del profesor y la familia, cómo hacer equipo para buscar que el impacto de esta pandemia sea el menor en cuestión cognitiva y al contrario, potencializarlo para que tengamos un crecimiento en todos los sentidos.

Claro, el Taller incluye las emociones experimentadas en un “confinamiento obligado” por las circunstancias, un encierro emocional que a determinada edad provoca emociones no deseadas, no podemos negar que la falta de calle y el convivir con los amigos de la forma tradicional puede modificar conductas e impactar el autoconcepto.

Debemos tener en cuenta que las conversaciones que suceden en casa se modificaron y temas como la muerte, el miedo, la pérdida de empleo, el incremento de los problemas económicos, son más recurrentes ante la crisis de salud.Y hay que agregar unos ingredientes más, la intuición y los sentimientos, cuando el corazón no le hace caso a la mente, o cuando no se ponen de acuerdo. Una de las causas más frecuentes de búsqueda de ayuda (en los que deciden buscar apoyo) es la sensación de vacío existencial.

Refiriéndome a uno de mis autores favoritos, Viktor Frankl, quien dentro del campo de la Logoterapia habla de “frustración existencial”; esta ocurre cuando se anula el deseo de emprender la búsqueda de sentidos particulares por la falta de sentido de la propia existencia, que en estos casos parece ser uno de sus problemas principales.

Por esto resulta tan importante trabajar con los jóvenes el tan mencionado por un servidor, “propósito de vida”.365 días confinados que se cumplen el día de hoy, nos retan también a adquirir herramientas que nos hagan más conscientes de cómo trabajar el optimismo y esperanza para afrontar de mejor forma el futuro; claro, desde el aquí y el ahora.

Te invito a visitar la página https://compartofelicidad.tecmilenio.com/, donde disfrutarás de un fin de semana largo con este taller lleno de retos y acciones que incrementen tus niveles de bienestar subjetivo. Otra buena noticia es que es totalmente gratuito y puedes compartir la liga con familia y amigos.

Un gran esfuerzo de la primera Universidad Positiva del mundo, claro, Tecmilenio.Con más frecuencia de lo deseado me encuentro con conversaciones poderosas donde los padres me expresan sus inquietudes e incomodidades por las consecuencias de esta pandemia y las relaciones con sus hijos.

A mi pregunta ¿y qué has hecho? Su repuesta no es la que desearía escuchar: nada, no tengo tiempo. Si algo he aprendido en esta pandemia es lo efímero de nuestra existencia y que el tiempo es un recurso no renovable.

Así que es momento de juntos seguir aprendiendo y preparándonos, y darnos ese tiempo tan valioso para trabajar, primero en nosotros mismos y luego en las personas que más amamos.

Seguimos conectados por medio de mi página @LicOscarGarcíaCoach.