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"ESCENA"

"¡Marx ha vuelto!... en el teatro"

"Rodolfo Arriaga da vida al polémico pensador Carlos Marx en un monólogo de Howard Zinn, dirigido por Cutberto López"

Dicen que las ideas de Marx están muertas, pero Carlos Marx no está de acuerdo y ha vuelto. Sí, en el montaje Marx en el Soho, de Howard Zinn, dirigido por Cutberto López, con la impecable actuación de Rodolfo Arriaga.

Se trata del montaje más reciente del Taller de Teatro de la UAS, creado con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, en el programa México en Escena.

En el Foro Escénico Tatuas, el público escuchó la tercera llamada. De pronto, Marx aparece de entre las gradas y las sillas, su cabello es un poco alborotado, viste traje. Camina hacia una mesa, saca de su maletín un par de libros, un periódico y licor.

"Sí, soy Carlos Marx, no estoy muerto", dice. "Bueno sí estoy muerto pero no estoy muerto".

"He estado leyendo sus periódicos y dicen que mis ideas han muerto. Llevan más de 100 años diciendo lo mismo. ¿No les parece sospechosa tanta insistencia en declararme muerto una y otra vez? Pues me hartaron y pedí volver, quiero limpiar mi nombre".

Es un Marx que conoce lo que ocurre en la sociedad actual, hasta le pide a la gente que corra la voz de que ha vuelto, porque sólo estará por poco tiempo.

"Vamos tomen fotos y súbanlas a esa cosa llamada internet", dice.

En este montaje se ve a Marx humano, con virtudes y con defectos, hablando de sus ideas de economía política, de su esposa, la primera en cuestionar sus pretensiones intelectuales de sus libros, de su familia que vivía en la miseria, incluso se le ve llorar la muerte de sus hijos en medio del frío, de sus miedos y hasta de su problema de almorranas.

En el montaje de hora y media aproximadamente, Arriaga comparte con el público no sólo el personaje de Marx, sino a Jenny, su hija Eleanor, sus editores y algunos de sus seguidores.

Habla de su vida en Alemania, el exilio a París, luego a Bélgica y finalmente a Londres, donde vivía con su familia.

Aseguró que detestaba las interpretaciones distorsionadas de sus preceptos, como lo hacía Pieper, quien planeaba la formación de La Sociedad Marxista de Londres.

"Pieper es como un espejo que vuela alrededor de mis palabras, reflejándolas distorsionadas para todo el mundo y defendiéndolas como un fanático y denunciando a quien no las interpretara como él".

Y su miedo, aseguró, no era que la revolución obrera nunca llegara, sino que fuera encabezada por tipos como Pieper, que son lambiscones cuando no tienen el poder y arrogantes y prepotentes cuando lo tienen.

"Ellos van a votar a nombre del proletariado, van a interpretar mis ideas para el mundo y van a formar un nuevo clero, una nueva jerarquía con listas negras, inquisiciones, excomuniones, y pelotones de fusilamiento y todo eso a nombre del comunismo".

Y fue en el Soho, de sus largas caminadas de más de 15 años por esas terribles condiciones, lo que alimentó su ira que fue a dar en El Capital, madrugadas leyendo y escribiendo sobre economía política.

Por eso está de regreso, para defender la vigencia de sus ideas en el mundo actual. Pero sólo será por poco tiempo, así que esté muy pendiente de la cartelera del Foro Tatuas, los fines de semana.

 

FRASE

"Que Rodolfo Arriaga, licenciado en Derecho y maestro en Historia, encarne a Carlos Marx, resulta gozoso. La obra es un reto difícil de vivir, pero Rodolfo tiene la capacidad e historia de vida para enfrentarlo, sin dejar de lado el aire a Marx que emana de su físico".

Cutberto López

Director

 

 

 

 

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