Día de la Mujer, ni modo que no

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

    De entrada me declaro feminista, agradezco de corazón a todas esas mujeres que han luchado por los derechos de los que hoy gozamos y a las que se siguen luchando, que parece no se logra avanzar mucho, estoy de acuerdo creo que en todas sus exigencias, menos en el tema del aborto, pero ese es otro boleto.

    La realidad es que parece que no se avanza, en el tema violencia y desapariciones, este gobierno casi duplica, en menos tiempo, los números del sexenio pasado; en sueldos y prestaciones laborales tampoco avanza, en puestos de primer nivel tampoco, en respeto debido menos, lo que a mí me dice esto es que habría que cambiar de acciones y tácticas, las marchas no sirven ni para catarsis de enojos, frustraciones o ira, lo que se consigue es darse cuerda solitas, que quienes podrían apoyar, critiquen también, se enojen y no se decidan a apoyar dando la cara.

    Ya se sabe que no son todas las que están y en las marchas siempre hay infiltrados, una cantidad de caracteres, formas de ver las cosas, así no se puede controlar mucho, en otras sí se controla, en la que nos ocupa no, la violencia acarrea violencia y pagan personas que podrían ayudar, si no se vieran atropelladas cada vez, los daños a terceros y bienes inmuebles, y no hablo de monumentos, que son de todos y como sea deben respetarse, porque además ya está claro que no ha servido de nada, solo para enojar a quienes podrían estar de su parte.

    Habría que inventarse formas efectivas que den resultados, afecten a todos, todos son todos, en lugar de solo mover la cabeza por el fastidio y tiempos perdidos por las marchas, si la mitad de la población se viera afectada en lo que más duele, que es el dinero, por lo visto, si estamos donde debemos estar presentes, pero sin mover un dedo, un día y otro y otro. (No estoy hablando de atender bebés claro) es una idea también, para eso hay que ser valientes y claro que no todas jalarían, es cierto, entre tantas tendrían que surgir muchas ideas que no lleven la violencia ni la muchedumbre, que es la que esconde, quien la comete y se suelten las emociones que la acarrean.

    Algo que así es y no hay de otra, en los problemas no hay un solo culpable, y no se trata de victimizar a las víctimas, sino de hacer un examen sobre en qué podríamos estar contribuyendo a que las cosas estén como están.

    Muchos hombres vienen de familias en las que los problemas se manejan con violencia, creen que soluciona, pero saben que no, aprendieron que así debe ser, pero al ser mayor de edad uno es responsable de sus actos y aunque nadie nos dijera que está mal, lo sabemos, porque no nos gusta que nos traten así.

    Está en nuestra naturaleza saber que está mal robar, mentir, golpear, matar, etcétera. Porque no nos gusta que le pase a los que amamos o a nosotros mismos, ¿entonces, la familia tiene que ver? sí, pero hasta cierto punto.

    Por otro lado, cuántas mujeres están solas criando a sus hijos, también tendrían que examinar qué clase de personas van a soltar al mundo, con todo y su trabajo fuera, dando la atención

    debida o la educación es con gritos, palabrotas, cintarazos o golpes, cuando no hay respeto no se puede pedir y aparece la violencia, “es que están tan cansadas”, pues sí, con todo y estar cansadas, lo importante es lo primero, “la persona”.

    Entonces si ya sabemos que nos podemos valer solas por qué buscar y enredarse con cualquier hombre con tal de tener uno y enseñarles eso a las chamaquitas, no me lo cuentan, lo veo, por lo menos en la escuela, son ellas las acosadoras y cuántas no salen embarazadas, a ser otras madres solteras, sin ninguna preparación, no todas las madres solteras fueron violadas, más bien se dejaron ir con el que les dijo cosas bonitas o ni siquiera y luego se dejaron porque ninguno sabía nada de lo que debía ser una familia y cómo, ni se les ocurre hablar antes de las cosas importantes que hay que hablar, no saben cuáles.

    Si los padres educan con firmeza que no es violencia, firmeza con cariño, pero firmeza, primero a valerse por sí mismos y a respetar a las personas todas, los animales, las cosas, si tienen consecuencia sus faltas, no tratan a los muchachitos como reyecitos y las niñas como sus sirvientas o como princesas, si les enteran que no se merecen nada, sino que se lo ganen y que deben ayudar en todo, no solo a los de la familia, sino a todas las personas que crucen su camino, que las personas no se usan y se tiran y que el dinero fácil no es digno de nadie que se respete y no dura mucho su gusto, porque terminan muertos. La violencia no estaría como está no solo contra las mujeres.

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