La memoria guarda

    lo que más sentimos

    y deliberadamente cambia

    los paisajes internos

    es astuta

    sensual

    sublime

    abre el ventanal

    y a la puerta vieja

    de la juventud

    no le pone cerrojo.

    Con enloquecido oleaje

    el mar más azul que nunca

    se nos presenta esta noche

    convirtiéndonos en dioses

    como lo hizo antes.

    Juguetona la memoria

    se levanta y derrumba

    como ola excitada

    besando nuestros rostros,

    delineando un dibujo inacabado

    un mundo de arena encerrado

    que construye su propio imperio

    en la mente de nosotros.

    La memoria guarda

    lo que más sentimos

    y deliberadamente cambia

    los paisajes internos

    es astuta

    sensual

    sublime

    abre el ventanal

    y a la puerta vieja

    de la juventud

    no le pone cerrojo.

    Con enloquecido oleaje

    el mar más azul que nunca

    se nos presenta esta noche

    convirtiéndonos en dioses

    como lo hizo antes.

    Juguetona la memoria

    se levanta y derrumba

    como ola excitada

    besando nuestros rostros,

    delineando un dibujo inacabado

    un mundo de arena encerrado

    que construye su propio imperio

    en la mente de nosotros.

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