|
Columna

Mis caminos

    No puedo desandar mi camino,

    lo que caminé, caminé,

    y ahora añoro la energía

    que me dio la ida.

    Plena y satisfecha mi experiencia siente

    la sensación del triunfo

    por haber andado

    por tantos caminos,

    recorriendo veredas,

    pasando por recovecos,

    subiendo y bajando montañas,

    entrando en cuevas,

    de vez en cuando

    tropecé con piedras,

    nadé en los ríos,

    navegué por diferentes mares

    y los dos océanos,

    siempre volando en pájaros,

    deslizándome en serpientes férreas

    o trepada sobre el lomo de un burro.

    Hoy, atada a los años,

    es imposible regresar por ese camino,

    el retorno se ha perdido.

    Es urgente:

    necesito hacer un camino nuevo

    y recorrerlo a mi actual paso.

    No puedo desandar mi camino,
    lo que caminé, caminé,
    y ahora añoro la energía
    que me dio la ida.
    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!