Aprendizaje de los emprendedores

DUEÑEZ* EMPRESARIA
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
Sabemos que nuestra firma será otra en pocos años, y que los fundadores pronto dejaremos de estar en el centro de la cancha para dejar espacio a líderes más jóvenes con otra mentalidad y otros talentos.

Los líderes de las empresas tecnológicas que han creado nuevas pautas de creación de valor.

Después de décadas de ayudar a empresarios de distintos países a rediseñar sus fórmulas de negocio, ahora nos encontramos con ese reto nosotros mismos en nuestro camino de transformación digital.

Y es que esa evolución no solo se trata de reunirnos por Zoom y digitalizar algunos de nuestros procesos. El tema es más profundo. Generalmente el alcance llega hasta reconstruir por completo nuestra forma de hacer negocio.

Sabemos que nuestra firma será otra en pocos años, y que los fundadores pronto dejaremos de estar en el centro de la cancha para dejar espacio a líderes más jóvenes con otra mentalidad y otros talentos.

Esa mentalidad emana de Sillicon Valley y otros “hubs tecnológicos” como Singapur, Londres, Nueva York o muchos más. Son los emprendedores en esas ciudades, y los líderes que conducen los unicornios (empresas que rápido llegan a valer un billón de dólares), los que han generado una serie de nuevos paradigmas de gestión.

En el proceso de crear nuevas propuestas de valor potentes y diferenciadas, tanto de la firma como de los clientes, hemos seguido los esquemas nuestros y los de Alex Osterwalder y Yves Pigneur. Las ideas que aquí comparto están inspiradas en nuestras experiencias y en su libro “Diseñando la Propuesta de Valor”. Estos son los aprendizajes:

La realidad no está dentro de nuestra organización. La relevancia se da allá afuera, donde viven y trabajan los clientes. Es en el mercado donde tenemos que descubrir los datos importantes.

Incorporar el fracaso. Las caídas y los reveses son parte del proceso de aprendizaje y validación de nuevas fórmulas de negocio. No debemos criticar o temer al fracaso, sin él no podemos avanzar. Nuestra cultura tiene que evolucionar.

Estar atentos al juicio de los clientes. Este es el que cuenta y determina cómo habrán de ser las cosas. A veces nos perdemos con parámetros y criterios internos o de expertos, cuando lo que requerimos es acercarnos al mercado y escuchar sus voces, que no siempre son claras ni sonoras. El uso adecuado del Marketing Analítico se ha convertido en poderosa arma competitiva.

Aprender a vivir con la incertidumbre. Pretender tener todo bajo control nos rigidiza y nos hace más lentos. La flexibilidad toma ahora mil formas, y adquirirlas se vuelve condición de permanencia.

El aprendizaje es compartido. Necesitamos adquirir hábitos y prácticas para hacerlo juntos de manera eficiente. Comunicando nuestras ideas, compartiendo nuestras elucubraciones con un diálogo de alta calidad, así es como podremos avanzar más rápido y llegar más lejos.

Integrar compañeros que sí aporten. Para poder compartir el aprendizaje con efectividad necesitamos contar con colaboradores y aliados pensantes, visionarios, creativos. Si este calibre de participantes no está comprometido en el proceso, solo perderemos el tiempo.

La cerrazón nos matará. La apertura y el trabajo en equipo son fundamentales en el rediseño de modelos de negocio. Encapsular y mantener cerrado el flujo lo atorará. Se trata de abrirnos al mundo, a otras voces, otros lenguajes, otros personajes, otras tecnologías.

Claridad y nitidez de la propuesta., No construyamos nada si antes no lo comprende el cliente. Si no está bien claro para él, no funcionará.

Gestionemos el avance. Reinventar la fórmula de negocio, o crear una nueva propuesta de valor, es un proceso, no un evento. El proceso sigue un flujo constante de diseño, prueba, validación y ajuste. Liderar este proceso es fundamental.

Lograr una fórmula ganadora. Nadie se interesará en nuestra propuesta si no está basada en un modelo de negocio que funcione de verdad. Ni los clientes, ni los inversionistas, ni los colaboradores, ni los aliados se comprometerán si no creen que el modelo de negocio si vuela.

Diseñar y rediseñar nuevas propuestas de valor y nuevos modelos de negocio se ha vuelto parte integral del quehacer empresario. Definitivamente es otro modo de hacer negocio. No hay remedio. Tenemos que dominarlo.

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