Descalabro del peso mexicano

CONTEXTO FINANCIERO
    Hacia adelante, los inversionistas estarán atentos a la reunión de ministros de finanzas y banqueros centrales del G20, la evolución de la guerra europea, las sanciones a Rusia y las medidas contra la ola de Covid-19 que persiste en China

    Iniciamos ayer la semana con una jornada negativa para las principales bolsas de valores del mundo, con excepción de las de Tokio y Londres. El mercado de valores estadounidense vivió un lunes con pérdidas de principio a fin, sin poder cambiar de tendencia ante la ausencia de datos importantes y a la espera de probables malas noticias en la semana. El indicador tecnológico, Nasdaq, presentó su primer descalabro en seis días de intercambios y el segundo más pronunciado de las últimas tres semanas. El SP500 también vivió su segundo peor día desde el 16 de junio, mientras que para el Dow fue el tercero.

    Al dato positivo de empleo estadounidense de la semana pasada se unirán estos días Inflación al Consumidor, Inflación al Productor, Sentimiento del Consumidor y Ventas al Menudeo de la mayor economía del planeta. El mercado evaluará los datos en función de qué tan grave es la desaceleración económica y cómo continúa el camino para que la Reserva Federal no quite el pie del acelerador en la normalización monetaria. El empleo continuó mejor a lo esperado por los analistas, habiéndose generado en junio 372 mil nuevas plazas en la nómina no-agrícola contra 268 mil esperadas, mientras que el mercado teme que la inflación siga en niveles récord sin dar señales de haber llegado a un techo.

    Los operadores también se posicionan de cara al comienzo de la temporada de reportes trimestrales, que arrancará, como es habitual, con las grandes financieras, además de algunas firmas de consumo. Hacia adelante, los inversionistas estarán atentos a la reunión de ministros de finanzas y banqueros centrales del G20, la evolución de la guerra europea, las sanciones a Rusia y las medidas contra la ola de Covid-19 que persiste en China.

    En México, las bolsas parecen seguir sin escapar a la tendencia bajista de las últimas semanas, a la que incluso no escapó un lunes con poca información, debido a los importantes datos que se esperan en la semana. Los indicadores presentaron ayer su tercera caída en los últimos cinco días. Las bolsas mexicanas vienen de registrar su quinta semana de retroceso de las últimas seis. El primer día de la semana los inversionistas operaron anticipándose a las actualizaciones de la economía estadounidense que podrían dar luz tanto sobre los temores de recesión como de la velocidad de retiro de estímulos monetarios.

    En asuntos energéticos, los precios internacionales del petróleo finalizaron con desempeño mixto, pues se han avivado los temores de que la demanda de materias primas puede ir en descenso. Así, el precio del contrato de agosto del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, se ubicó ayer al cierre en 104.09 dólares, mientras que el precio del contrato de septiembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, se colocó en 107.10 dólares el barril. El mercado petrolero ha sido impactado por las preocupaciones en torno a que el aumento de las tasas de interés, como medio para frenar la inflación, provocaría una recesión y mermaría la demanda de petróleo.

    A ello se suma que el aumento de casos de contagio de Covid-19 en China, pues persisten las preocupaciones sobre la posibilidad de bloqueos más amplios y duros después de que se descubriera una nueva subvariante de Ómicron en Shanghái. Algunos analistas esperan que continúe la volatilidad en la cotización del petróleo ya que continúa la escasez de la oferta y los riesgos internacionales se mantienen, entre los que destacan la posibilidad de una recesión global, las presiones inflacionarias y la guerra en Ucrania.

    En temas cambiarios, observamos que la moneda mexicana registró su peor desempeño ante la divisa estadounidense en un mes, ya que a nivel global persiste el recelo por la dura respuesta de los bancos centrales ante el aumento de la inflación, misma que podría enfilar a la economía hacia una recesión. De acuerdo a los registros de Banco de México, el tipo de cambio interbancario entre el peso mexicano y el dólar estadounidense se ubicó ayer al cierre en 20.73, deslizándose casi 29 centavos en contra de nuestra moneda respecto al cierre previo. Esto representa su mayor descalabro diario desde mediados de junio, alcanzando además su nivel más débil en cinco meses. Mientras, el Índice Dólar, DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, cerró ayer en 108.15 unidades, nivel no visto en casi 20 años o desde agosto de 2002.

    Algunos especialistas señalan que la depreciación del peso mexicano se debe a un incremento de la aversión al riesgo en el mercado financiero, ante las presiones al alza para la inflación a nivel global y el riesgo de que la economía de Estados Unidos entre en recesión. En este sentido, la temporada de reportes financieros del segundo trimestre del año cobra mayor relevancia porque podría mandar algunas pistas sobre la salud de las empresas tras haber transitado por un segundo periodo con presión inflacionaria tanto en materias primas como en las cadenas de suministro. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.

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