Peor día para el peso en casi 22 años

CONTEXTO FINANCIERO
    El mercado espera tres alzas seguidas de 0.50 puntos porcentuales o incluso alguna de 0.75, ya que la Reserva Federal ha reiterado que hará lo necesario para combatir el alza generalizada de precios

    Iniciamos ayer la semana con una sesión marcadamente negativa para las principales bolsas de valores del mundo. El mercado de valores estadounidense vivió otra sesión de fuertes caídas el lunes, a medida que los inversionistas se posicionan de cara a la próxima decisión y directrices de política de la Reserva Federal. El índice industrial Dow Jones perdió 2.79 por ciento, el SP500 bajó 3.88 por ciento y el indicador tecnológico Nasdaq retrocedió 4.68 por ciento. Los indicadores presentaron su cuarto descenso consecutivo y el peor día de los últimos diecisiete.

    El Dow Jones y el SP500 quedaron con su peor puntaje desde febrero de 2021, mientras que el mínimo del Nasdaq se remonta a septiembre de 2020. El SP500, además, quedó casi 22 por ciento debajo de su último máximo histórico, por lo que acompaña al Nasdaq (que está 32.6 por ciento debajo de sus máximos) en un mercado bajista. La inflación estadounidense de mayo, que siguió en niveles récord y no desaceleró desde abril, continúa impulsando las ventas en un inicio de semana con poca información nueva.

    Los inversionistas vuelven a especular sobre qué tan agresiva será la Reserva Federal con el alza de tasas de interés, desechando la tranquilidad que había inyectado al mercado el banco central cuando prácticamente descartó alzas de más de medio punto porcentual. El mercado espera tres alzas seguidas de 0.50 puntos porcentuales o incluso alguna de 0.75, ya que la Reserva Federal ha reiterado que hará lo necesario para combatir el alza generalizada de precios. Una política monetaria restrictiva, combinada con los problemas persistentes como atoradas cadenas de suministro y los efectos en materias primas de la guerra europea, hacen temer a los operadores una cercana recesión.

    La tasa de interés de los Bonos del Tesoro a 10 años cotizó cerca de 3.4 por ciento, a medida que las expectativas de que la inflación ceda tampoco son muy altas.

    Entre la desmejora de perspectivas hoy la calificadora global Fitch Ratings recortó su estimado para el crecimiento económico mundial de 2022 de 3.5 a 2.9 por ciento. En la semana los inversionistas estarán atentos a la decisión de la autoridad monetaria estadounidense, así como a los datos de ventas minoristas y permisos de construcción.

    En México, las bolsas se unieron al sentimiento negativo de los mercados globales, ante temores sobre los efectos de la inflación y una agresiva normalización monetaria, aunque mejoraron el tono de las primeras horas. Los indicadores bursátiles aztecas presentaron su cuarto descenso consecutivo y dieron seguimiento a dos semanas seguidas de pérdidas. Pese a no ser una caída pronunciada, la sesión del lunes hundió a los índices un poco más en mínimos desde mayo de 2021.

    La inflación estadounidense de mayo continúa como el mayor impulsor de las ventas en los mercados, al mostrar que el alza de precios no ha llegado necesariamente a su máximo y presionar el actuar de los bancos centrales. El dato, que se unió a una inflación alta también en México, incrementa las especulaciones sobre qué tan agresivos tendrán que ser la Reserva Federal y Banco de México en sus alzas de tasas y qué tan difícil será que eso no afecte a la economía.

    Aunque nada es un hecho, una recesión es una posibilidad que aparece en las discusiones de los expertos y ahora algunos incluso hablan de estanflación, o una situación de desmejora productiva con acelerado aumento de precios.

    Al margen, fue dado a conocer que las ventas mismas tiendas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales subieron en mayo por quinceavo mes consecutivo y tuvieron su segundo mejor desempeño para ese mes desde que existe registro.

    En temas energéticos, observamos que este lunes los precios del petróleo frenaron dos días de pérdidas al hilo, en medio de las expectativas de menor demanda global se recupere tras los nuevos cercos sanitarios en China y de señales de que la oferta de crudo en Estados Unidos estará ajustada. Así, el precio del contrato de julio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, subió 0.26 por ciento para ubicarse en 119 dólares, mientras que el precio del contrato de agosto del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, ganó 0.21 por ciento para llegar a los 122.27 dólares el barril.

    Los petroprecios trataron de hacer a un lado las presiones existentes porque el distrito más poblado de Beijing, Chaoyang, anunció tres rondas de pruebas masivas para sofocar un brote de covid-19 que surgió la semana pasada. Pero las ganancias del día fueron limitadas por las preocupaciones de que las nuevas subidas de tasas de interés serían mucho más agresivas, tras datos de alta inflación en Estados Unidos, pues medidas monetarias mucho más agresivas también afectarían el desempeño de la economía global. Por otra parte, datos de la Energy Infromation Adminstration mostraron que el gasto en exploración y desarrollo de la industria del petróleo y el gas natural en 2021 fue 28 por ciento menor que el promedio de cinco años antes de la pandemia de 2015 a 2019.

    En asuntos cambiarios, observamos que la moneda mexicana tuvo su peor desempeño ante el dólar desde septiembre de 2020, ya que los inversionistas estuvieron nerviosos por el vertiginoso aumento de la inflación en Estados Unidos, situación que obligará a la Reserva Federal a responder con mano más dura. El peso mexicano perdió 2.7 por ciento, que materializa su mayor pérdida diaria desde el 23 de septiembre de 2020, para cerrar en 20.49 unidades por dólar, su nivel más débil en tres meses. Mientras que el índice dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, ganó 0.9 por ciento en 105.11 unidades.

    El mercado cambiario ha estado presionado desde que se confirmó que la inflación de mayo en Estados Unidos llegó a una tasa anual de 8.6 por ciento, un nuevo máximo desde diciembre de 1981, e hizo evidente las persistentes presiones inflacionarias. Algunos especialistas opinan que el mercado ha interpretado el dato como una señal de que la inflación anual podría seguir alcanzando nuevos máximos en los próximos meses, por lo que ahora se especula que la Reserva Federal abandonará su postura monetaria flexible de forma más agresiva. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.

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